Más pronto de lo que esperaba, un pasito más en la vuelta a la vida del fueraborda. Porque me pude escapar a la Estepa, y la visita me dio lo suficiente como para algún avance significativo.
Si recordáis, en la primera entrega terminaba con el cilindro en la mano, especulando sobre qué pasaría al poner el pistón en su lugar. Pero para ello tocaba desmontar el cárter, sustituir la biela y el cigüeñal, y poner el pistón en su sitio. Y si miráis la primera imagen de esta entrada, el cárter había sido pintado en gris de forma que sus dos mitades no sólo estaban unidas por los cuatro tornillos pasantes que aseguran ambos semicárteres, sino por la pintura gris, y la junta de silicona que Ramón había empleado para prevenir fugas.
Y a comprobar cómo, pese a ser un diseño exacto al del British Seagull original, la biela viene marcada con su M gótica que delata su procedencia. No me preguntéis para qué diablo lleva un punto de pintura amarilla, porque no tengo la más remota idea. Como también ignoro por qué la que sustituí no lo llevaba.
Así as cosas. decidí sustituir la grupilla por un anillo elástico "tipo E" que tenía por el taller, que encajaba como anillo (nunca mejor dicho) al dedo.Eso sí ... teniendo cuidado de que las puntas estén hacia abajo para que el movimiento tienda a expandirlo y dificulte su salida.
Y nos quedaba por ver lo último, que era comprobar si el cilindro y el pistón quedaban bien y las puntas de los segmentos no tocaban las lumbreras. Para eso marqué en la cabeza del pistón con un rotulador los lugares en cuya vertical estaban los topes. Y como se ve en la imagen de abajo, por la derecha no había problema alguno: ni la lumbrera de transferencia (arriba en la imagen) ni la de escape (en su lado opuesto) interfieren en el recorrido.
Pero, pese a estar la foto tomada en punto muerto inferior, no se aprecia la lumbrera de admisión ... porque directamente queda por debajo.
Y cuando miras a través de ella, te llevas la sorpresa de que el tope del segmento superior queda justo en su recorrido. Y de forma innecesaria, porque hay espacio de sobra para ponerlo en otro sitio. Y no, no es un defecto de fabricación del pistón, porque el antiguo tenía exactamente el mismo problema. Se trata, simplemente, de los oscuros arcanos mecánicos de la Gran Bretaña, cuyos hijos siempre tuvieron puntos de vista distintos al del resto de la humanidad.Y como prueba de cargo, la foto:
El caso es que así anduvo durante años, el pistón y sus segmentos estaban bien y la camisa no tenía raya alguna antes de ser rectificada. Esperemos que cuando se le haga el rodaje siga sin dar guerra.
Espero no tardar demasiado en volver a juntar todas las piezas y arrancarlo de nuevo. Seguiremos informando.
En breve te veo cruzando el Estrecho ......
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