lunes, febrero 21, 2022

Montaje y prueba del freno GRIB en la Montesa Impala 2

1.- Introducción

No suelo hacer secciones en las entradas del blog, porque casi nunca escribo tanto como para que esté justificado. Pero en esta ocasión hay tanto por comentar y una cantidad tal de material gráfico, que me parece que merece la pena saltarme el modo habitual de proceder.

Igual de este modo se lo pongo más sencillo a los que no están interesados en los preámbulos y les basta irse al punto 5 donde daré los datos de la prueba objetiva. Para el resto, haré un comentario más largo por si os vale de algo.

2.- Algunas consideraciones previas.

No he tenido la oportunidad de probar una Impala Rallye con sus tres discos de época, ni el freno de disco que se ha producido en series cortas en estos últimos años para la Impala 2. Me parece que las Rallye (incluidas las réplicas como la que hizo el bueno de Coro) son una preciosidad, y probablemente frenen de cine, como me consta por amigos cercanos que lo hacen los frenos de disco nuevos que se han ido acoplando a las Impala 2.

Creo que tanto en un caso como en el otro, el resultado deben ser propietarios felices que tienen una moto diferente, y a la que han mejorado la frenada apreciablemente. Dichosos ellos y ojalá las disfruten mucho. Es más, debo confesar que anduve dando vueltas a la posibilidad de poner un disco delantero en mi propia Impala 2, como consecuencia de los problemas que tuve con mi llanta original, como os comenté en la entrada anterior del blog. Pero la estética no me acababa de llenar, y decidí ponerle a la moto un par de tambores de Impala Sport con su doble leva delanteros. De hecho, todas las piezas están en casa a la espera de pulir las llantas y radiarlas.

Pero por un lado me daba pena romper tan definitivamente con la estética de la 2, y por otro, tengo un chasis 24 horas y un motor King Scorpion para él, a los que puede venir de cine una pareja de tambores clásicos bien afinados y que ya pasaron por el tornero. Así que, cuando vi la posibilidad de hacerme con un GRIB de los nuevos, diseñado específicamente para llantas de Impala 2, me pareció una buena opción. No conocía a nadie que lo hubiera probado, pero las referencias sobre Javier Conde y el trabajo de GRIB eran muy buenas, y me tiré a la piscina.

El resultado fue el desempaquetado de la semana pasada, a la espera de poderlo montar en la moto, que estaba en la estepa.

3.- Un par de datos comparativos.

No es que sean muy transcendentes, pero os traigo dos diferencias medibles entre el freno de serie y el de GRIB. La primera, es la leva del freno:


Si abrís las imágenes veréis que la distancia entre el centro del eje y el cable de freno es de 8,5 cm en la de serie y de algo más en la nueva ... donde estaba seleccionada la posición intermedia de las tres disponibles. Luego la primera diferencia está en que con el freno nuevo podemos tener más brazo de palanca, lo cual es positivo para la potencia de freno.

La segunda es el peso. Tampoco hay mucha sorpresa, pero ...

 

... el nuevo pesa 85 gramos más que el de serie. Que no es una cosa que vayamos a notar, pero la diferencia existe, y en este caso va a favor de la pieza de fábrica.

Y hay un detalle más que igual os pasa desapercibido: el plato original monta la típica pieza con que Montesa atornillaba al portazapatas el tornillo de fijación del tirante de reacción. Y en el GRIB dicha pieza no existe: con buen criterio la han sustituido con un tornillo, que hace mucho más sencillo el montaje del freno, porque no hay necesidad de quitar el tirante de reacción. La pena es que han usado un tornillo Allen muy grande, cuya llave no forma parte del equipo normal de herramientas de un impalero ... así que lo sustituiré por uno de cabeza hexagonal en la próxima visita al taller. En mi caso, añadí una arandela grower por darle más seguridad, dado que el inconveniente si se sale el tornillo es que la moto se traba, cosa que con el diseño original no sucedería. Todo en la vida son pros y contras, pero si debo elegir, prefiero el sistema nuevo, sin dudarlo.

Añado un dato que me proporciona Javier: dada la calidad del aluminio el Allen se puede apretar con su llave tanto como uno quiera, que no se pasará (hombre ... no vayas a meter un tubo de un metro para prolongarla, que tampoco es eso). Por eso está seguro de que tornillo no se saldrá aunque no lleve arandela. Y él lo cree tras haber desmontado mil veces estos frenos, cosa que yo no he hecho. Pero creo que seguiré con mi arandela de seguridad. Manías, supongo.

4.- Instalación

Primera imagen: el retén, en muy buen uso, que puse la última vez que cambié los cojinetes de la rueda.



Si os fijáis, la grasa (que también era de buena calidad) se conserva aún en muy buen estado; limpia y en su color original. 

Retén del lado derecho, también impecable. Ambos se desechan porque el fabricante proporciona rodamientos sellados, que los hacen inútiles. 

Rodamiento derecho a la vista. 

Para sacar el separador (y con él, el cojinete de la derecha) usé un vaso largo de 1/4 de pulgada y métrica 12. 

A continuación retiramos el circlip que fija el rodamiento izquierdo: 


Rodamiento nuevo con su sello de goma y la caja original.


En mi caso, con un vaso de 30 mm tuve el apoyo perfecto para empujarlo hasta su posición.


Y una vez allí, ponemos el circlip de nuevo. 


Llega el momento de introducir el separador de rodamientos incluido en el kit, que nos dará la tolerancia que el freno necesita para ir perfecto sobre el eje. 


Con el mismo vaso 30 empujamos el rodamiento hasta su posición ...


Y con eso ya podemos poner el plato portazapatas en su llanta. Y entra muy justo, como debe ser, anunciando que aquí nada pasa por casualidad. Bonito, ¿verdad?


Lo siguiente es poner el cable como mandan las instrucciones En mi caso, debo admitir que mantuve el guiado estándar (no es lo óptimo) porque llevo carenado y era un rollo ponerse a buscar una longitud perfecta y una guía ideal. Así que, con todo el dolor de mi corazón, corté el cable de fábrica por abajo, le puse un prisionero y lo dejé tan limpio como pude. El hecho de que la pieza desde donde tira el cable se desmonte de abajo con un Allen y una tuerca autoblocante de 8 mm facilita mucho las cosas, la verdad.

Lo cierto es que me gusta mucho como queda. Es bonito, discreto, y recuerda mucho el diseño de otros frenos clásicos de Montesa.



5.- Prueba

Antes del montaje, y pensando en una comparativa, me puse a buscar una calle de mi pueblo estepario donde pudiera hacer el canelo un rato sin llamar mucho la atención. Y encontré una calle larga en cuya acera clavé un destornillador como punto de partida, y medí dos frenadas con el equipo de serie. La Mancha, calle fría, neumático helado y 58 años me hicieron decidir que 30 Km/h era una velocidad decente para intentarlo.

El resultado de las dos frenadas que hice con mi freno de siempre dio 3,91 metros y 2,8. Debo reconocer que con la primera me acojoné porque bloqueé la rueda delantera ... pero lo mismo terminó pasando con las otras tres tentativas. Menos mal que no lo hice a 50.

Vuelta al taller, montaje del freno tal cual habéis visto en el punto 4 y moto a la calle de nuevo. Algo más de temperatura (no mucho) y dos intentos más en el mismo lugar y con el mismo sistema. 2,33 y 2,22 metros. 

Me parece una diferencia sustancial ... teniendo en cuenta que enfrentábamos unas zapatas de buena calidad (las Newfrein que siempre he usado en la Impala 2 porque van muchísimo mejor que las Agpa) con pocos kilómetros pero bien asentadas en su tambor, contra un freno completamente nuevo cuyas zapatas no habían tocado jamás el tambor al que tendrán que ir adaptándose.

6.- Sensaciones y conclusión.

Sé que mi sistema no ha sido el más exacto, que hubiera sido mucho mejor hacer 5 frenadas y promediarlas todas, y que si me hubieran grabado en vídeo, aún mejor. Pero estaba solo un lunes en una calle del pueblo de mi mujer, donde todo el mundo me conoce, y apetecía poco tener que darle explicaciones a la policía municipal si hubiera aparecido.

Pero lo mejor no son los datos, sino las sensaciones. Misma moto (que conozco como a mi mismo), misma suspensión, mismo neumático ... y una sensación de control que jamás he tenido con el freno anterior. Que, ojo, también clava y no va nada mal. Pero esto es otra cosa. No quiero pensar lo que puede llegar a rendir cuando las zapatas estén bien ajustadas, y haya probado con distintos anclajes del punto de tracción del cable. Va a ser otro mundo.

Y probablemente, no tenga nunca un tambor ovalado gracias al nuevo separador. Así que creo que tengo lo que estaba buscando: una Impala 2 con ruedas de Impala 2, pero que te da una confianza que el tambor original no me transmitió nunca. En mi opinión, dinero bien gastado en lo más importante que puedes ponerle a tu moto, que es un poco más de seguridad. 



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Como diría Juan Ramón Jiménez, mi troll es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.

Probablemente no tiene huesos y por eso insulta bajo seudónimo. Pero además de cobarde es tan coñazo que he decidido que sólo me moleste a mi. De tal modo que a partir de ahora me quedo con la exclusiva de leer sus bobadas. Disculpadme el resto que os haga pasar por la "moderación" de vuestros comentarios.