domingo, mayo 09, 2010

Cuatro horas bien aprovechadas

Este fin de semana tocaban comuniones. A determinadas edades, y en el mes de Mayo, es difícil que no te coincida una cada año. Y en una familia con 20 nietos, es más difícil todavía.

En este caso, la cosa era en Córdoba. Dos hijos de una de mis hermanas. Así que la cosa no parecía prometer mucho, dado un plan de viaje en que salíamos de Madrid por la noche el viernes con ánimo de seguir para Andalucía el Sábado por la mañana, con la consabida vuelta el domingo después de comer. Sin embargo, el mismo Viernes aparecieron parte de las piezas que estábamos esperando para las dos Cotas: un buen bloque de cincados para la Cota 247 de José María y el chasis pintado de la Cota 49 de mi hija Cecilia. Así que pensé que igual valía la pena hacer un esfuerzo.

Y saqué cuatro horas. Una de 11 a 12 de la noche del viernes, un par de ellas el sábado por la mañana y otra en la tarde del domingo en mitad de la vuelta a Madrid. Con tal nivel de ganas de avanzar, que se han notado mucho. Os cuento después de poneros una foto del estado de la abuela.

Ayer, con las prisas, me salté parte de lo que quería contar, así que edito para pormenorizar la lista de cosas que dio tiempo a hacer a la 247. Que no está mal:

1.- Freno trasero montado, incluyendo buscar po rlas cajas de recambio el pin que conecta el cable con la palanca, que me llevó un rato.

2.- Freno delantero montado. Hubo que buscar un tornillo inoxidable para la leva, que vino del cromo sin el tornillo original.

3.- Cable gas funcionando con suavidad, y haciendo perfectamente el retorno, como le gusta al dueño. Incluyendo el montaje del puño de goma, el puño de gas y la funda, además de adaptar un muelle para que la parte baja del recorrido no toque en el escape.

4.- Manillar puesto con ambas manetas.

5.- Estriberas montadas (aunque provisionalmente porque faltan piezas).

6.- Cambio de tornillos del basculante (llevaba provisionalmente unos míos de King)

7.- Corona trasera montada

8.- Lo mismo con ambas ruedas.



Parece una chorrada, pero esta foto del puño derecho donde se ve el cable, el poster de Montesa al fondo, y los guantes de trabajo sobre el chasis, me encanta. Y da una idea de parte del trabajo que hice, que incluyó el montaje de ambas ruedas y ambos frenos, y del mando de gas.


Al final del sábado, la abuelita salió a la calle por primera vez en mucho tiempo. Aún sin cadena, sin escape y sin embrague, pero con suficiente ánimo como para valerse por sí misma. O casi.


Y como la nieta no podía ser menos, aproveché para ensamblar el motor y el chasis, y ponerle basculante, amortiguadores y alguna cosilla más. Calculo que si tenemos las ruedas el próximo fin de semana, no puede quedar mucho.

Aquí también cundió el tiempo, aunque consumí mucho en pruebas por no tener las fotos del desmontaje. En concreto, los dos tirantes desmontables que soportan el subchasis me dieron guerra porque tardé en darme cuenta de que su parte inferior iba soportada en el eje del basculante y no en el tornillo superior del motor. Es lo que tiene meter mano a una moto desconocida sin tener el manual en el taller.



Aunque en ambos casos, me parece que tendremos que montar un pedido de última hora, con alguna pequeña cosa que se me había pasado: un escudo de Cota 49, una tapa de caja de herramientas, y varias cosas más que harán falta para dejar en orden a la benjamina.

A ver si el fin de semana próximo dejamos a la abuelita en marcha y vamos despejando la lista de espera, que mi taller parece en estos meses la Seguridad Social.

lunes, mayo 03, 2010

Como Dominguín (y por eso lo cuento)

Cuenta la leyenda que, justo después de terminar faena en el Palace con Ava Gardner, Luís Miguel Dominguín se levantó y empezó a vestirse tan apresuradamente que a aquel pedazo de monumento no pudo por menos que extrañarle y le preguntó ... "¿pero dónde vas con tanta prisa?" Y la respuesta quedó en los anales como tantas otras respuestas antológicas de toreros de leyenda: "¿Cómo que adónde voy? ¡A contarlo!"

Pues algo parecido me pasa con la compra que hice hoy en Ebay. No sé el tiempo que llevaba sin pillar una oportunidad tan buena como esta, pero por poco más de cien euros me ponen en casa todo este material:

1.- Plato magnético, stator, bobina de alta y hasta pipa de bujía de un electrónico de King Scorpion en funcionamiento, y con numeración 34M00057, que debe ser de la misma semana que la mía.

2.- Portaequipajes sin soldaduras ni partes rotas, incluyendo los captafaros Lucas RER 25 que no hay quien encuentre a un precio que no sea sicodélico. La última vez que los compré se pusieron en 40 euros incluyendo el transporte. Y tampoco el portaequipajes en sí mismo es barato, que su cotización refabricado anda en 60 aurelios. El precio de este conjunto ha sido 9 dólares.


3.- Finalmente, el equipo eléctrico entero, que me vendrá de cine cuando me toque reconstruir el de la moto de Carlos, porque tiene todos los cables con sus medidas y colores originales. Y lo que es mejor, incluye en buen estado el conmutador, cuyo precio en España es estratosférico, además de el interruptor de pare, las dos caperuzas de goma que servían para aislar los mazos de cables bajo el depósito, y alguna cosa más.


Como para no salir a contarlo, vamos.

:-)

domingo, mayo 02, 2010

De vuelta en la casilla de salida

Fin de semana dividido y tomado con mucha calma, pero que al final no ha dado poco rendimiento. Sobre todo teniendo en cuenta que servidor iba preparado para "día de la madre", y que la mañana del sábado la dedicamos a ir de un lado para otro hasta la hora de comer. Es decir, que me quedé con la tarde del sábado y parte de la mañana del domingo, y pese a ello, cundió bastante.

Lo primero fue volver a montar la Cota 247 de José María, que había quedado desmontada porque en el proceso de cierre del motor quedó mal montado el sistema de arranque y hubo que abrir el motor en canal de nuevo. Ya tiene otra vez puesto todo lo que se puede poner a la espera de varias piezas clave (ejes de rueda y puente superior de las tijas entre otras "menudencias"). Esta vez incluso he dejado lleno de aceite el cambio, la primaria y la horquilla para que el día que lleguen las piezas tengamos la faena lo más avanzada posible. Porque, al final, lo de hoy era un poco lo del Monopoly (vuelva a la casilla de salida sin cobrar las 20.000 pesetas).

Como homenaje a Nacho Bartlett, le probé el kit depósito asiento para hacerle una foto que pareciera "más moto" que antes del problema con el motor.


Pero, además, le di un capricho a José María, que tenía ganas de que pusiera el cable del encendido por dentro de la columna de dirección, cosa que no hicimos la primera vez. Pero como hoy no tenía prisa, tomé un alambrito y quedó justo como él quería. ¡¡Cuesta tan poco hacerlos felices!!


El rato adicional lo dediqué a la Cota 49 de Cecilia, que progresa adecuadamente. En la foto de abajo se ve como a base de estropajo de níquel, líquido de barbacoa y paciencia infinita, el codo del escape no luce mal pese a no haberlo cromado. Lo mismo pasa con su tuerca, que conseguí dejar más que aceptable a base de cepillo de púas metálicas y brazos.


Creo que el fin de semana próximo tendré el chasis para poderle colgar el motor e ir empezando a recomponer la moto desde el mecano que es hoy. La verdad es que no está siendo complicado y sí muy agradable recomponer a la nieta de las Cotas a ratos perdidos.
Si tengo suerte y me dan también las ruedas estaremos cerquísima de probarla, porque hoy me he dado un palizón de limpiar amortiguadores (tenían aceite por doquier), placa protectora del motor (no exagero si digo que podía pesar el doble de lo que ha terminado pesando tras retirar el emplaste de tierra y grasa que tenía por todos lados) y manillar Super-Akront (ha quedado estupendo con lana de acero).

Seguiremos dentro de dos semanas, porque la próxima tocan comuniones en Córdoba.