El caso es que en la Montesada de 2007, durante la comida que organiza el bueno de Pere Molina, John me preguntó si quería quedarme con "su" 247, porque pensaba que él ya no podría hacer más trial. Y pese a que estaba por esos días terminando mi propia 247 MkI, de lo que John me hablaba era de una moto sin restaurar, y que había sido de su propiedad. Claramente no había que dudarlo mucho, y le dije que sí sobre la marcha. No sé si es muy sensato quedarse con dos motos del mismo modelo, pero una moto hecha por John era una buena opción para uso intensivo.
Y el caso es que ha pasado casi un año desde entonces, y entre unas cosas y otras no había modo de que todo cuadrara para que la moto volviera a España. El último amago se produjo en mis primeros días de vacaciones en que tuve que abortar un viaje a Barcelona porque un cliente me pidió que me quedara en Madrid para un tema complicado.
Como casi siempre, la vida se nos va de las manos, y más de un año después de haber probado la moto de Pim Terricabras en Robregordo, seguía sin tener una MkI en orden de marcha.
Por lo demás, mantiene hasta los Firestone de origen en estado de uso, las herramientas originales, e incluso los escudos laterales ("stickers, not badges", como me aclaró John en uno de sus correos) con el "Fabricado en España" que corresponde a estas series. Una joya.
¿Cosas por hacer? Pues varias. Para empezar, Dunlops modernos como recomienda mi amigo Togno. Para seguir, "fabricarse" una estriberas de competición como las oficiales de la época (soldando una pletina alrededor de los estribos originales). Y probarla a fondo tanto como pueda, que Cabrianes está a la vuelta de la esquina.
Afortunadamente, Ramón es un hombre paciente y no tuvo problema en guardar "la moto de John" en Barcelona esperando a que encajaran las cosas para pasar a recogerla. Y así quedó la cosa hasta que el sábado 6 de Septiembre pusimos rumbo a Sant Cugat con un remolque que empieza a saberse el camino. Del tirón hasta Barcelona, paseo por el barrio gótico, cena con los Valls, y el domingo 7, por fín, tocó abrir la "big box" de John para poner las manos encima de la 247.
La foto no hace justicia al excelente trabajo y el cuidado puesto por Mr. Haberbosch en todo lo que hace, pero vale al menos para ver cómo puso todo el cariño del mundo hasta con el envoltorio. En la foto podéis ver cómo el cable del freno delantero está desmontado porque la rueda iba aparte para hacer más pequeño el cajón, pero ya no son visibles los cables que puso para evitar que la moto se balanceara más de la cuenta. Incluso nos puso un correo explicando el mejor procedimiento para sacar el contenido de la caja. Increíble.
El caso es que al cabo de un rato de trabajo con Ramón, la moto estaba en mi carrito acompañada por otra Tambores Grandes destinada a Manolo Castrillo. Para los que tenéis buena vista, la moto está "casi" perfecta. En palabras de mi amigo americano, tiene "minor faults" como son:
1.- El grifo de gasolina moderno.
2.- Los macarrones son transparentes en lugar de negros.
3.- La costura del asiento está atrás en lugar de delante.
4.- Falta el cable del cuentamillas.
Por lo demás, mantiene hasta los Firestone de origen en estado de uso, las herramientas originales, e incluso los escudos laterales ("stickers, not badges", como me aclaró John en uno de sus correos) con el "Fabricado en España" que corresponde a estas series. Una joya.
Y como no podía ser de otro modo, la arranqué nada más llegar a la Mancha el domingo por la tarde. Sé que suena a vacilada, pero palabra que es cierto: abrir gasolina, excitar, y dos patadas para comprobar que, como dice mi hija, la moto "ronronea" maravillosamente.
De ahí a irnos al campo debía haber mediado un cambio de neumáticos previo. Pero la impaciencia me pudo y salí al día siguiente para ver si la moto va como debe o no. Y el resultado es casi perfecto. La suspensión delantera es buena, los frenos son maravillosamente potentes (no en vano proceden de la Impala y tienen 180 mm), el motor va de sobra y responde bien abajo a falta de afinarle la carburación, y las sensaciones que transmite son de las que dejan en tu cara una sonrisa que no sabes explicar. Tanto que no pude resistirme y llamé a José María "para ponérsela al teléfono" desde el campo.
¿Cosas por hacer? Pues varias. Para empezar, Dunlops modernos como recomienda mi amigo Togno. Para seguir, "fabricarse" una estriberas de competición como las oficiales de la época (soldando una pletina alrededor de los estribos originales). Y probarla a fondo tanto como pueda, que Cabrianes está a la vuelta de la esquina.
Enhorabuena Julian!!!
ResponderEliminarLo que son las cosas, hace unos días que estoy de vuelta en internet, tras un verano tranquilito de semi-desconexión, y anoche mismo visité tu blog y tu perfil en la maneta, extrañado por tu ausencia. Me alegro de que haya sido para este buen motivo. Me parece, y sabes que no lo digo por halagar, la moto de trial más bonita de la historia. Eso si, creo que no es preciamente fácil de llevar, así que va a requerir entrenamientos intensivos, jajaja...
Un abrazo muy, muy fuerte, que la disfrutes, y me alegro de tu regreso post-veraniego
Gracias, Chema. Es prontísimo para decirlo, pero las sensaciones que da son muy buenas de momento.
ResponderEliminarEspero que mis años de King Scorpion me hagan pasar el cambio a la derecha sin muchos traumas, y que la suspensión trasera aguante mi exceso de peso sin mucho problema. Por lo demás, me da sensación de más corta y ligera que la 349/4 ... y de que el motor no tiene nada que ver.
Pero me recuerda a lo que le pasó a un amigo que tenía una MAR muy competitiva, pero quería una Ossa pre-65. O a lo que le pasó a otro que tenía una Cota 200 pero deseaba una 172. O a otro que tiene una Sherpa azul y correo con una kit campeón.
Como decían aquellas camisetas que llevaban los gays hace años, "si no lo entiendes, te lo explico".
:-)
Hola Julian, yo tambien llevo un tiempo fuera de juego pero sigo teniendo buenos informadores. Gracias a ellos me han chivado que nuestro amigo King había "ligado" y rápido y veloz me he conectado a tu blog.
ResponderEliminarMe lo temía, OTRA 247!!!.
Pero esta es especial. Cuídala y usa la otra que has restaurado. La de John para ponerla en el salón o diréctamente en la vitrina. Fuera copas y porcelanas, mariconadas las justas.
Y cuando tengas nietos será hora de volverla a sacar para hacerles el traspaso.
Enhorabuena.
¡Pedazo de chica Julián!
ResponderEliminarEl domingo pasado en Collado coincidí con Chema y Manolo Bx y pregunté por tí y por tu nueva montura.
Un orgullo que un montesista como tú corra con mi preferida por los triales de clásicas.
Enhorabuena.
Pues no creas que es poco dilema, Pedro. Pero juraría que John prefiere que corra con su moto. Y aunque suene a coña, la otra MkI está parada ... ¡¡a la espera de un guardabarros!! Justo esta mañana ha aparecido uno que puede servirme, y con eso le daré el empujón final, Dios mediante. Después ya veremos cual de ellas se convierte en "la de correr", porque usarlas se van a usar las dos. Eso lo tengo claro: no tengo (ni tendré) una colección de motos.
ResponderEliminarY en cuanto a Nacho ... pues cuando quieras probarla, ya sabes. Se ve que tenemos vicios parecidos. :-)
Julián, enhorabuena!!!
ResponderEliminarLa verdad es que las motos clásicas transmiten muchísimo cuando el modelo de moto te dice algo, pero si además del modelo de moto es la propia moto la que tiene una historia detrás, entonces el tema es insuperable.
Lo de que va a ir mejor que la 349/4 y a judgar por la prueba que hice un día de la de Nacho247, te aseguro que sí, que va a ir mucho mejor, jajajaja.
Un abrazo y que la disfrutres. Si la naturaleza lo dispone, romperé pronto mi silencio en mi blog con una noticia que sin acercarse a la tuya, tiene alguna similitud.
Esa moto, por la razón que sea, estaba buscando pasar sus mejores años en un lugar de la Mancha.
ResponderEliminarLo que no tengo claro es quién de los dos ha tenido más suerte, si tú por tenerla o ella por pertencer a alguien que le va a dar sentido a su existencia, haciéndola correr triales, que es para lo que nació.
Una joya de las que hacen feliz y de la otra, "ja parlarem".
Mientras sean buenas noticias y te alegren, Togno, estaré contento aunque tengan que ver con Bultacos.
ResponderEliminarY el afortunado soy yo, José María. Por contar por aquí con tanta buena gente, sobre todo.
:-)