lunes, mayo 05, 2008

Fin de semana atípico

Puente en Madrid. Ocasión perfecta para darle un repaso a la moto antes de Robergordo que es, sin duda, el reto de este año. Pero poco ánimo para casi nada, y al final la cosa se quedó en un paseo el viernes por la mañana con la Cota 349/4 . Sigo maravillado con el rendimiento de los dichosos "Magicals" y con la comodidad extra de las estriberas anchas que le puse antes de Jaén.

A título de pura reflexión, y aunque no se traduce en resultados, resulta increíble lo que un par de temporadas corriendo en buena compañía han cambiado mi forma de conducir. Los escalones que usé de prueba el viernes eran ya de un tamaño respetable, pero los afronto ahora sin histerias con el gas, y llegando controlado arriba casi siempre. Los de hace dos años ... ni los llamaría escalón ... pero sin embargo mi hijo recordaba como la moto se levantaba en ellos cuando me ponía a subirlos. Y no por voluntad del piloto, sino por puro descontrol entre el peso del cuerpo y el control de gas.


También hubo un rato para él con la Cota 348 en el campo. Menos productivo de lo que hubiera querido porque yo no tenía mi moto allí, ni demasiadas ganas de montar, pero él se dedicó a jugar con el cambio de marchas, que también es algo que debe aprender a controlar para acompañarnos algún día a las carreras.


Publico tiempo más tarde de la entrada y por no dejarla. Pero está tan entrecortada como yo me encontraba al escribirla. Realmente es complicado aislarse a veces cuando estás preocupado por gente a la que quieres.

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Como diría Juan Ramón Jiménez, mi troll es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.

Probablemente no tiene huesos y por eso insulta bajo seudónimo. Pero además de cobarde es tan coñazo que he decidido que sólo me moleste a mi. De tal modo que a partir de ahora me quedo con la exclusiva de leer sus bobadas. Disculpadme el resto que os haga pasar por la "moderación" de vuestros comentarios.