domingo, septiembre 14, 2014

Tuneando una Cota 200

La pobre de la Cota 200 entró con mal pie en casa, como ya os conté en una entrada anterior. Desde entonces, y de forma inexplicable, se había convertido en el patito feo de la familia. Su madre no la quiso y su padre -que soy yo mismo- la dejó en un rincón del garaje porque el asiento biplaza con el que vino de Italia le parecía espantoso.

Es una moto dulce y sencilla de conducir. Y salvo que te llames Charlie y te guste romper cosas inverosímiles cada vez que sales al campo, es raro que te dé problemas. Pero el dichoso asiento me mataba. Y la pata de cabra era un rollo porque estaba deformada y salía como 20 centímetros hacia afuera cuando la subías para arrancar ... además de dejar la moto extremadamente tumbada cuando parabas y la ponías. Dos chorradas, sí. Pero dos chorradas molestas que la han tenido condenada durante años.

Feo, como pegarle a un padre.


Hacía falta un asiento (que conseguí hace tiempo) y un rato con nada mejor que hacer que dedicarlo al patito feo para decidirse a cambiarlo. Justo lo que ha coincidido este fin de semana, en que llegué a la estepa sin nada concreto en la cabeza. Quiero decir sin nada concreto en cuanto a planes de moto; que mi cabeza sigue igual de hueca que siempre. Así que lo primero que tocó hacer era ver si encajaba el asiento en su base, cosa que afortunadamente sucedió:

Sobraba un trozo de kit.

Y lo siguiente, tomar medidas para hacer los taladros en su sitio. Se me ocurrió que siendo fibra tal vez la mejor opción fuera una broca de madera, y así fue. Tienen la ventaja de una punta muy fina que marca rápido la posición de taladrado sin que la broca se desplace lateralmente.

Agujeros marcados para taladrar.

No hice fotos a partir de aquí porque en el proceso de corte con la Dremel salió tal cantidad de polvo que incluso paré para buscarme una mascarilla protectora para la nariz. Pero el caso es que tras unos minutos de corte y repaso con la lima pude montar el asiento nuevo que quedó bastante razonable.

Ahora sí parece una trialera en lugar de un engendro.

Y antes de eso, había dedicado un rato a doblar la pata de cabra buscando corregir sus defectos. El resultado -conseguido con un tornillo de banco sólido y una barra de hierro con un metro de largo- es también bastante satisfactorio:


Así que en un rato dejamos al patito feo bastante más presentable de lo que estaba al llegar a casa. Supongo que lo suyo sería guardar el faro y el piloto y ponerle un portanúmeros delantero y un guardabarros nuevo. Pero sepa Dios cuando haya otra oportunidad de dedicarle un rato a la 200.

De hecho -y aunque me dé corte contarlo, porque luego Nacho se mete conmigo- este fin de semana hice un montón de cosas más, y lo de la Cota 200 fue un modo de llenar una mañana de domingo. Antes hubo que rellenar la batería de la Norton que estaba seca, rematar dos caballetes que quedaron sin pintar ... cosa que aproveché para hacer otro nuevo, limpiar el carburador de la Ossa naranja para dejarla lista para prueba larga en campo. E incluso para limpiar la 349/4 y la 330, que me dieron recuerdos para José María. Dicen que le echan de menos.

Supongo que va tocando irse un día para montar en moto. Que se supone que las arreglamos para disfrutarlas, y no sólo por el vicio solitario.

4 comentarios:

  1. Anónimo3:04 a. m.

    Hola!!!"viajando" por internet he leído tu intención de cambiar la careta de la Cota 200 por un porta números...no estará esa careta en venta para completar la 123 blanca de mi mujer?'Gracias!!Juan Carlos...rallon3@hotmail.com

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  2. Me temo que no. Pero gracias por la oferta.

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  3. Anónimo10:22 p. m.

    Grrr...ja,ja,había que intentarlo!!!seguiré buscando,gracias!!!

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Como diría Juan Ramón Jiménez, mi troll es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.

Probablemente no tiene huesos y por eso insulta bajo seudónimo. Pero además de cobarde es tan coñazo que he decidido que sólo me moleste a mi. De tal modo que a partir de ahora me quedo con la exclusiva de leer sus bobadas. Disculpadme el resto que os haga pasar por la "moderación" de vuestros comentarios.