La primera de ellas fue poner una estantería para dejar (más o menos) ordenada toda la herramienta original Montesa que había comprado en Iniesta. Días atrás había ido con mi mujer a Leroy Merlín donde me hice con una tabla de pino y un par de escuadras que pude colocar en uno de los pocos huecos libres que van quedando. Concretamente entre del taladro de columna y un panel donde pongo algunas herramientas. En la foto de abajo puede verse el aspecto final de la operación. Sigue caótico, pero al menos todo queda agrupado en el mismo sitio.
En realidad hay cosas, como la llave inglesa y el par de llaves regulables, que no uso jamás y debería regalar o llevar a casa, pero nunca es el momento. No sé si os ocurre, pero hay cosas que no terminas de hacer si que sepas muy bien la razón. En mi caso, ésta es una de ellas, y la otra es traerme de Madrid el atornillador Bosch con batería de litio que no uso jamás en casa y daría un buen rendimiento aquí. Pero tampoco me acuerdo nunca.
Hecho la chapucilla del taller, empecé a repasar la 247 de John. Estaba parada desde la Montesada de 2.009, donde detecté un poro en el depósito de gasolina, una pérdida de aceite por el codo de escape y algunas cosas más que no había reparado desde entonces como consecuencia de mi hombro derecho, que me tiene apartado del trial. Y este año tampoco puedo ir a Cabrianes, pero quien sí puede es José María. Y como él no tiene moto, hemos decidido mezclarlo todo, y que ellos (mi moto y mi compañero) se vayan juntos a correr mientras su 247 CG está en casa de Ramón a la espera de arreglo, y mi hombro está en Madrid sin acabar de funcionar.
La primera cosa que hice (después de arrancarla a la segunda patada, como siempre) fue sacar el escape entero y levantar la culata para ver si todo andaba en orden allí abajo. Y afortunadamente, así fue. El pistón campanea pidiendo un rectificado, pero es el único ruido extraño que se puede apreciar.
Al desmontar escape me encontré con que John había sustituido la junta original de cartón y cobre por una de goma. Y sumado a que Jesús no había apretado el codo con intensidad ... ambas circunstancias provocaban (o eso creo) la pérdida de aceite por la junta. Un poco de llave de Jaume por aquí y otro poco de junta nueva por allá, y espero que haya quedado bien. Aproveché también para el alambre de seguridad en la tuerca de escape y poner silicona resistente al calor entre el codo y el cuerpo del escape, donde también había tenido alguna fuga.
Si alguien tiene una vista excelente, puede que aprecie el espantoso color naranja de la silicona en la foto de abajo:
Además de eso, poco más. Reparé el depósito (o eso espero, porque la mezcla de endurecedor y resina de poliéster la hice un poco a ojo y habrá que ver el sábado próximo si funcionó), le puse sus 200 cc de Motul Transoil 10W30 ... y me pasé de frenada con el aceite del cambio porque metí 350 cc de SAE 80W90 Repsol ... de los que tendré que sacar 50 como Dios me dé a entender.
Finalmente, dejé el taller razonablemente recogido. A mi mujer le daría un telele al verlo, pero para mis estándares no está nada mal. Casi toda la herramienta limpia y colocada, la mesa de desmontaje en su sitio ... y un poco de caos en la mesa grande, que en realidad casi nunca uso para nada porque siempre está llena de trastos con los que no termino de hacer nada concreto.
Una pregunta para los que andáis por ahí: ¿qué aceite estáis poniendo en el cambio de vuestras Montesa? Se me está acabando la lata de 5 litros de Repsol SAE 80W90 y no la he encontrado en la gasolinera donde la compré hace un par de años. ¿Algún aceite recomendable en lata grande?
Muy buena pinta tiene el taller...voy a tener que hacer algo parecido en el mío.
ResponderEliminarLa TG tiene también muy buena pinta. Seguro que Jose Maria difrutará en Cabrianes y que al año siguiente podréis acudir los dos con sendas TG (una CG rebautizada a TG).
Lo del aceite, yo utilizo 80W90 que por cierto espero encontrar por estos lares...
Gracias por el piropo al taller. Menos mal que no he puesto fotos de detalle, o saldrías corriendo. :-)
ResponderEliminarLa TG es, en realidad, mi segunda TG. La primera la compré hecha un desastre y la hice desde cero, con lo que está "de exposición". Ésta, sin embargo, la compré a John ya hecha y en estado de uso. Me resisto a restaurarla porque se ve más auténtica tal cual está.
El 80W90 que usas ¿es el de Repsol?
El taller es estupendo y eso que no has visto la otra pared, Jaume, una delicia.
ResponderEliminarSí señor, voy a disfrutar como un enano que disfrute. Me voy a esmerar porque todo este trabajo se merece un resultado digno. No me voy a picar ninguna zona, no sería justo. El próximo año, si tiene éxito el exorcismo y el hombro ese deja de dar la lata, estaría bien hacerse un Robregordo para rodarlas un poco y si nos acompaña mi primo con una 330, por ejemplo, ya sería espectacular.
Mañana voy a pasarme por el taller de aquí al lado a ver qué me dicen sobre el aceite.
A ver si a base de no picarte nada te vas a escuernar con mi amoto, mal hombre.
ResponderEliminar:-)))))))
No se me ocurre nadie mejor para llevar esa moto en mi ausencia, realmente. Pero preferiría el plan que propones, sin dudarlo. Y no sólo porque implica que el hombro servirá para algo más que para que de él cuelgue el brazo.
No Julián...el que he utilizado últimamente era Cepsa en bidones de 5 lts.
ResponderEliminarEso de subirme a una 330 siempre apetece, y si la moto me la cede mi primo aún más. Creo que entrenando trialsin con mis enanos durante el año que queda puedo ponerme lo suficientemente fuerte como para aguantar un trial completo...y de dos días !!!
Podemos ofrecer dos 330. Una como salida de fábrica, y otra muy preparada. La que más te apetezca, pero ... por el bien de tu espalda, cogería la preparada de tu primo, porque la postura de la otra es tan chunga como la de la 348.
ResponderEliminarY habría más buenas opciones, incluso si venís más de uno. Es cuestión de planteárselo.
Tenemos un añito para hacer el mejor de los planteamientos...y sobretodo para recuperarte del hombro (tu) y entrenar (yo).
ResponderEliminarApetece !!!
Y el señor Impala, Don Josep ... ¿se apuntaría? Hay una Cota 349/4 absolutamente maravillosa que estaría encantada de transportarlo por esos montes de Dios.
ResponderEliminarLa moto más fiable y más cómoda que he tenido en mi vida, comprada hace años a Ramón, y que no me ha dado más que alegrías.
Julian yo utilizo SAE 80W90 EP de Cepsa, que encuentro bien de precio en la gasolinera. Creo qu el bote es de 2 litros.
ResponderEliminarPues ya son dos y parece que sea una opción. Lo que me agobia un poco (tengo que investigarlo) es que parece ser que deteminados aceites con aditivos EP atacan a los metales amarillos (bronce entre otros) y en la caja de las Montesa hay metales de ese tipo en arandelas de ajuste y sobre todo en casquillos de arranque.
ResponderEliminarEntiendo que el daño es menor porque el rozamiento de los casquillos no es mucho y resulta muy discontinuo, pero mejor poner algo que sea neutro. Lo investigo y os cuento.
Julian lo he seguido en el post de la maneta, información que desconocia. Creo que será mejor volver al monogrado para la caja de cambios y realizar el cambio de aceite mas a menudo. Mi impala hace unos ruidos extráños y esto ahora me da que pensar.
ResponderEliminarTengo ya la información completa, Víctor. A ver si me da tiempo a redactarlo. Es un tema curioso.
ResponderEliminarQue maravilla de Cota y que buen trabajo, y todo por el amigo José María y por Cabrianes, eso es afición de verdad aunque lleves tiempo sin acudir a los triales.
ResponderEliminarYo a la Cota le pongo SAE 90, creo recordar que de la marca BelRay, no había forma de encontrarlo monogrado pero un día lo encontré en Motos Tarry, aunque ya hace tiempo de eso.
Que te mejores del hombro.
Horacio
Un gusto verte por aquí, Yoyi. Ojalá me veas pronto en los triales; será señal de que todo empieza a enderezarse un poco: el hombro, las motos y el tiempo.
ResponderEliminar:-)