Si hay algo que odio en este mundillo del arreglo de motos viejas, es ordenar y limpiar el taller. Desde que tomé a Diógenes como proveedor preferido mis tesoros crecen de forma descontrolada, y todos los ratos que empleo en intentar que no me coman terminan por ser bastante estériles.
Pero este fin de semana iba solo a la estepa, no tenía piezas para terminar la Impala (aún me falta el reenvío del cuentakilómetros y alguna otra chorrada), mi hijo anda con dos dedos entablillados -con lo que tampoco íbamos a salir a hacer trial- ... y además había comprado por 49,99 euros un aspirador industrial para poder sacar el polvazo que producen las paredes encaladas de mi cueva. Es decir, que todo apuntaba a que era el momento era ideal para darle un repasillo al taller.
El aspirador ha resultado todo un invento, porque es capaz de tragarse sin pestañear incluso las piedrecillas que dejan las ruedas de las motos de campo. Así que cuando vuelva con el resto de los sospechosos habituales espero que sepan apreciar mi ataque de limpieza y elogien el impoluto estado del chiringuito. Pero me da que me pasará como a las mujeres cuando hacen "limpieza a fondo": que sólo mi espalda lo va a notar.
Entre medias del ataque marujil, volví a darme un paseo con la Impala. Esta vez acompañado de mi mujer. Afortunadamente le ha gustado, porque ya sabemos todos lo que ocurre cuando una mujer lanza una fatwa contra una moto: mejor la escondes o la cambias. Afortunadamente, la montesita le ha parecido agradable, con lo que tiene permiso para venirse a Madrid a vivir con nosotros. Dios mediante, la semana próxima si me dan el bendito reenvío de cuentakilómetros.
Por otro lado, llevé la culata del segundo motor de Impala a tornear en Calvet. La idea (receta de Esteve) es rebajar 1,5 mm para conseguir una compresión intermedia entre la de Impala normal y la Sport. Mi torno es pequeño para manejar una culata de este tamaño, con lo que no había opción a hacerlo en casa. Así que llevé la pieza en mano y me tomé la molestia de pintar en ella las tres zonas donde deben darle con el torno. Se puede ver en la foto:
Por otro lado, dediqué un rato a darle otro empujón a la King Scorpion de Carlos. En esta ocasión pulí y monté el guardabarros trasero, monté todos los reenvíos del freno delantero, e instalé cables de mando en el carburador y el freno. En el freno he decidido meter una funda de 8 mm de diámetro buscando un tacto lo más directo posible. A ver qué tal resultado da cuando la probemos.
La verdad es que el freno es una auténtica preciosidad, además de ser efectivo como buen doble leva que es. En este caso no he montado el muelle externo porque vuelve perfectamente y tiene un tacto más agradable sin él.
Abajo puede verse un plano general de la moto, donde va quedando poco trabajo. Bastante de lo que queda es pintura: hay que desmontar y pintar ambas ópticas y el cuentakilómetros, hacer lo mismo con el guardacadena y la tapa de la batería, y tomar una decisión con el depósito. Listo este capítulo soló faltará montar el equipo eléctrico, que siempre es un pequeño lío. Espero que, sumándolo todo, no nos lleve más de dos o tres fines de semana.
... continuará ...
domingo, febrero 28, 2010
Trabajo sucio, culatas de Impala y una King que revive
Etiquetas:
Impala 175,
King Scorpion Carlos
4 comentarios:
Como diría Juan Ramón Jiménez, mi troll es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.
Probablemente no tiene huesos y por eso insulta bajo seudónimo. Pero además de cobarde es tan coñazo que he decidido que sólo me moleste a mi. De tal modo que a partir de ahora me quedo con la exclusiva de leer sus bobadas. Disculpadme el resto que os haga pasar por la "moderación" de vuestros comentarios.
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Joder, se me ponen los dientes muy largos con esa King! Por cierto, ¿qué medidas son los Dunlop? Quiero cogerme unos iguales...
ResponderEliminarUn abrazo
Son Dunlop Trailmax, en medidas 120/90-18 atrás (entra justísimo en e guardacadenas de plástico y está por ver si entra con el metálico) y 90/90-21 delante. El precio no es malo.
ResponderEliminar¿Podrías aclararme la relación entre funda más gruesa y mejora del tacto? Por cierto, leo que tienes un torno, esto si que es un gadget de altísimo nivel restaurador.
ResponderEliminarun abrazo
Es simple, amigo: por la construcción de las fundas (espiral, como un gran muelle) parte del esfuerzo que hacemos con la mano se pierde en comprimir la funda en sí misma, en lugar de accionar la palanca que hay en el extremo.
ResponderEliminarTodo esfuerzo hecho en hacer más rígida la funda y/o el cable redunda en un tiro más directo, un menor esfuerzo y un mejor tacto. Pregunta a Nacho sobre el cambio en el embrague de su Enduro. Un ejemplo más extremo son las fundas Shimano más avanzadas para bicicleta, donde en lugar de espiral, bajo el plástico hay muchos alambres de acero que rodean el cable de mando. Más rígido es imposible, aunque son más complicadas de guiar porque son poco flexibles.
En mi caso, la funda de 8 mm es de procedencia "Valls & Bartlett". Pero debe ser posible localizarla.
Lo del torno ... depende del nivel de quien lo use. Yo estoy empezando y no hago más que mariconadas: casquillos para muelles de suspensión y cosas de ese tipo. Pero recorrido sí que tiene el invento ...