Y como cosa excepcional, hoy os traigo una secuencia de vídeos que valen para comprobar lo mal que podemos llegar a montar ... y, como dice mi amigo Fernando Piris, lo que te puedes llegar a divertir con una moto de trial en cien metros cuadrados. Como veréis, no es una zona con desniveles fuertes, sino la típica en que enlazas giros que te van obligando, y donde la salida es con un giro muy cerrado a la izquierda, en subida, y llegando forzado del recorrido previo. Eso sí: tierra suelta, desniveles y palos secos que se mueven bajo tus ruedas haciendo que no todo suceda siempre como tenías previsto.
Cuando lo intentamos el día anterior, la idea era salir lo más pegados a la izquierda que fuera posible para intentar acabar la zona dentro de su límite derecho, como se ve en la primera toma:
... pero el resultado era que enganchabas la parte trasera izquierda de la moto con el montoncillo de tierra, con muchas probabilidades de calarla, incluso con el par que tiene la fantástica 330 de José María. Tal como se ve en el vídeo.
En la segunda toma hay un intento donde ya abrimos más en la parte inferior de la zona previa al giro, para buscar el espacio en que la trasera de la moto pudiera subir. Pero no lo hago en una medida suficiente, y paso la rueda delantera un poco por fuera del límite de salida (los palos que muevo con la rueda delantera al final):
En la tercera ocasión, la rueda ya va por dentro, aunque rozando "la cinta". Creo que hubiera sido cero en un trial, y por eso la sonrisa final, y la coña con José María. Si tienes la suficiente vista, notarás como la rueda delantera derrapa por la poca adherencia del terreno. Es decir ... que salí por los pelos.
El último vídeo -que está hecho desde el otro lado, donde sí se aprecian los desniveles iniciales- muestra como, si se hacen las cosas bien, había margen de sobra para pasar limpiamente. Pero para eso habría que haber tenido la trazada clara desde el principio. Va a ser verdad lo que dice Mick Andrews de que hay que bajarse de la moto para ver por dónde ha pasado cada una de las ruedas.
Y termino con un vídeo a cámara lenta donde se ve a José María mover el peso de forma en que ayuda a mantener perfectamente la tracción y la trazada:
En fin ... que está claro que para aprender algo en el trial, resulta mucho más productivo salir con un amigo, poner límites a las zonas, y probar alternativas para intentar entender cómo se deben hacer las cosas. Al final salía todo tan sencillo, que incluso con mi Cota 304 sin freno delantero hacías los giros con una fluidez estupenda.
Mi eterna duda: trial o mecánica. Espero que ya puedas frenar la rueda delantera de tu 304 ;) Un abrazo.
ResponderEliminarEl otro día, hablando con otro de los habituales, llegamos a la conclusión de que la mecánica se podrá practicar cuando el trial no sea una opción prudente. Así que lo sensato sería dar preferencia a montar en moto ... pero pasa como con el sexo: no siempre encuentras pareja, que lo hace mucho más divertido.
EliminarYa te contaré del freno. Espero hacer un intento el domingo próximo si nada se complica.
¡Gracias!