domingo, octubre 04, 2015

Carburadores japoneses ... y no japoneses.


Desde que José María prestó su Cota 330 a un alemán para Robregordo, la moto no había vuelto a usarse, con la excepción de un fin de semana aislado hace más de un año. Muerta de aburrimiento la pobre mía, se negó a arrancar cuando su propietario lo intentó hace no mucho ... justo antes de que se viniera a pasar una temporada a la Estepa. Y como me daba una pena grande, decidí que este fin de semana era un momento tan bueno como otro cualquiera para dedicarle un rato sin nadie que me distrajera. Porque, cosa rara, este domingo me fui solo, y sin más plan que ver qué hacía con la Ossa naranja que dejé a medias el fin de semana pasado.

Pero empecé por la 330. Que le tengo cariño a esa moto, como si hubiera corrido varias veces a su lado, portándose siempre como una auténtica bendita.

Primera comprobación: la chispa es estupenda. Segunda comprobación: la bujía está seca como un esparto ... cosa que achaco a la falta de gasolina en el depósito. Pero después de ponerle un par de litros de mezcla fresca, aquello sigue sin ir. Afortunadamente, el Mikuni que le pusimos hace años es fácil de manejar gracias a su pequeño tamaño, lo que facilita acceder a la cuba, que está completamente vacía. Abajo podéis ver lo bien terminados que están los VM por dentro:



Pongo un tubo de gasolina en la entrada del carburador, soplo y no hay pulmón en el mundo que mueva el flotador, que está atascado. Así que todo para fuera, limpieza a fondo, soplado de los conductos con aire comprimido, montaje y ...


A la segunda patada la moto arranca como un reloj y mantiene el ralentí como si la acabaran de poner a punto en el mejor servicio oficial de la época. Asunto cerrado y a la siguiente. Que, casualidad del destino, es el otro carburador oriental que vive en mi garaje manchego: el Keihin de la Ossa TR 250 que dejé a medio ajustar el fin de semana pasado. Al que cambio el chiclé de baja de 35 por uno de 48, tal como había leído en un foro británico:


Realmente cómoda la disposición de los chiclés del Keihin. Y la cuba sale con dos tornillos nada más, aunque para cambiar el de alta se puede hacer retirando una tuerca grande que cierra la cuba por abajo, como también sucede en el Mikuni de antes. 

Ya que tenía la moto sobre el elevador, aproveché para ponerle un botón de paro. Curioso que el modelo de abajo "sólo" cueste 8 euros en Calleja, cuando el del capuchón de goma de toda la vida (de peor aspecto y que viene sin cableado) sale por 11 euros largos.


Con eso dejamos lista la Ossa para irse al campo a probar una mañana entera, que será el modo de asegurarse por completo que la carburación va bien. Imagino que saldré con un par de chiclés de alta y baja en el bolsillo para comparar, pero la moto va ya lo suficientemente bien como para que no dé lata a un niño o un amigo poco experto, que son los destinatarios lógicos de la TR 250, que es dulce y sencilla de manejar.

Viendo que la cosa iba en racha, pensé que valía la pena intentar el doble salto mortal con tirabuzón, y ver si era capaz de poner en marcha la Enduro 125 L de José María, que también dormía el sueño de los justos en la Mancha desde tiempo inmemorial. Más concretamente, la moto no arrancaba desde el 16 de Marzo de 2012, como se puede comprobar en el blog de JM. Hoy seguía dando chispa pese a una bujía inadecuada (algún artista le había puesto una BPR6ES en lugar de la B8ES que debe llevar). Lo curioso es que la moto no arrancaba ni a tiros ... también por falta de gasolina, como en la 330. 

Desmontado el carburador me encuentro con que la altura de la boya estaba reglada exageradamente baja, de tal modo que cerraba el paso de gasolina nada más poner la cuba. Arreglado esto, arrancó bastante fácilmente, aunque tira aceite por el escape de una manera escandalosa y se ahoga de una forma exagerada. No sé si será cosa de los retenes de cigüeñal, pero habría que revisarlos para estar seguros de que la carburación no está siendo interferida por entradas parásitas de aire y/o aceite.

En cuanto tengamos una junta y los retenes saldremos de dudas. Ojalá sea pronto, porque en lo poquito que le he podido probar, la moto tiene pinta de ser muy divertida cuando vaya bien.

2 comentarios:

  1. No sé por qué ya no recibo avisos de entradas en tu blog. Entre eso y que no entro en el mío, no me entero de cuándo pones entradas nuevas.

    Bueno, el caso es que oir el sonido de la 330, a la que había abandonado injustamente a su suerte, da mucha alegría y ganas de volver a darle la dignidad que merece por su sitio natural, como es el campo.

    La 330 y tu 349/4 han pasado muchas jornadas trialeras portándose como jabatas y, tienes razón, merecen todo el cariño.

    Aunque te molesta lo obvio, ¡muchas gracias!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Google eliminó el servicio hace tiempo. Igual te va bien probar feedly, o suscribirte a los correos de aviso. :-)

      La 330 suena bien, la verdad. Imagino que mañana en el campo se portará como Dios manda. Ahora sólo falta darle una vuelta a la 349/4, que no la he mirado desde que el otro día salió y volvió quejumbrosa. Pero será una chorrada, seguro. Al llevar un RM Lightning, el fallo es de carburación ... y el carburador es nuevo. ¿Será que la nueva reencarnación del Catrol deja más residuos de la cuenta? Es raro que tanta moto coincida en tan poco tiempo con tonterías similares.

      Eliminar

Como diría Juan Ramón Jiménez, mi troll es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.

Probablemente no tiene huesos y por eso insulta bajo seudónimo. Pero además de cobarde es tan coñazo que he decidido que sólo me moleste a mi. De tal modo que a partir de ahora me quedo con la exclusiva de leer sus bobadas. Disculpadme el resto que os haga pasar por la "moderación" de vuestros comentarios.