El jueves 24, en plan "correquetepillo" encontré hueco para escaparme a la Estepa y pasarle la ITV a la moto según volvía. En Pinto concretamente, en la ITV de Applus. Con un ingeniero joven que no tenía mucha idea de qué clase de moto era la que tenía delante y se sorprendió del buen estado general del vehículo.
A la vuelta a casa la dejamos haciendo compañía a la Impala 2 de José María, que la probó para decidir que tal vez haya llegado el momento de darle un repaso a la suya.
Así que bien está lo que bien acaba. Ahora sólo falta traspasarle el seguro de la Turismo, que la pobre lleva mucho tiempo sin que nadie la use y no tiene mucho sentido pagar dos para un sólo culo. Chiclana nos espera. Pero antes nos iremos a la Mancha este fin de semana sin un objetivo definido por primera vez en meses. ¡Mira que si acabo desmontando la Ossa naranja! :-)
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Como diría Juan Ramón Jiménez, mi troll es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.
Probablemente no tiene huesos y por eso insulta bajo seudónimo. Pero además de cobarde es tan coñazo que he decidido que sólo me moleste a mi. De tal modo que a partir de ahora me quedo con la exclusiva de leer sus bobadas. Disculpadme el resto que os haga pasar por la "moderación" de vuestros comentarios.