Después de tanto tiempo sin publicar se hace extraño estar de vuelta y escribiendo. Pero así son las cosas a veces. El invierno ha sido largo y poco productivo en lo que a motos se refiere. Es como si esa parte de la vida se hubiera adpatado al ritmo del planeta y todo haya ido transcurriendo a la mitad de velocidad de la que hubiera deseado. La MkI sigue en Houston, la Ossa naranja en casa de Stefano, y así tantas otras cosas ...
Y si en temas de restauración y asimilados no ha habido grandes avances, al menos sí que se ha hecho algo por la parte de la práctica. Que tambien iba siendo hora. Tanto arreglar motos para luego no usarlas no tiene demasiado sentido.
Todo un poco atropellado, como cada vez que se cruza quien yo me sé, pero finalmente me animé a apuntarme al Trofeo de Clásicas de Madrid, del que han pasdo ya dos pruebas. La primera, a la que corresponde la foto de arriba, fue la de Cabanillas. Un trial precioso donde me estrené con un cero en mi primera zona ... y un cinco con bofetón en la segunda. De lo más variado. Pero un disfrute grande, y eso que me metí con la moto sin preparar para nada ... si miráis bien la foto, incluso se ven la bocina y la piña de luces que no me había dado tiempo a retirar. El campeonato se adelantó con relación a lo previsto y no hubo tiempo más que de quitar el faro y el piloto.
Para la segunda carrera en Valdemorillo dio tiempo a hacer más cosas ... aunque lo único que se vea en la foto sea lo que se hizo mal:
Mirando el humazo azul se ve como la moto aparentaba llevar una carburación lamentable. Pero la cosa fue todavía más vergonzosa: la bujía llevaba mal regulados los electrodos, y no quemaba ni para su madre. Lo peor del caso es que sólo hice una vuelta de las tres con la moto en condiciones, porque lo achaqué a un exceso de aceite en la mezcla. Patético. Como patético fue que al ir a cambiar el aceite de la caja de cambios me di cuenta de que no tenía ... menos mal que lo miré antes de sacar el antiguo.
Al menos sustituimos el manillar original por un Renthal para que no se me fastidiara el suyo, cambiamos el aceite del embrague y retiramos los restos de equipo eléctrico.
El caso es que en ambos triales he ido acompañado por buena gente del motoclub al que me apunté, que se llama Trialmadrid. La primera por Corsino y el Bárbaro, y la segunda por VTT, que es todo un crack con el que espero hacer la carrera de Las Rozas mañana. Ojalá no llueva porque el par de la 349 sobre un barrizal puede darme una mañana horrible.
sábado, febrero 24, 2007
1 comentario:
Como diría Juan Ramón Jiménez, mi troll es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.
Probablemente no tiene huesos y por eso insulta bajo seudónimo. Pero además de cobarde es tan coñazo que he decidido que sólo me moleste a mi. De tal modo que a partir de ahora me quedo con la exclusiva de leer sus bobadas. Disculpadme el resto que os haga pasar por la "moderación" de vuestros comentarios.
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El humazo azul no era la bujía, sino un retén del cigüeñal. Justo el del lado de la primaria, que permitia que el aceite del embrague pasara al carter de cigüeñal. Semanas de comidas de coco, de cambios de piezas de carburador, de limpiezas de todo lo limpiable ... y finalmente, dos euros de retén y una hora para cambiarlo.
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