lunes, abril 04, 2011

Fin de semana de Cuaresma

En el año litúrgico, el tiempo de Cuaresma es el de preparación para la Semana Santa, que también es conocida como Semana de Pasión. Es el momento culminante del ciclo, dado que se cierra con la resurrección, momento sin el cual el resto de la doctrina cristiana quedaría vacía de contenido.

Como tiempo de preparación que es, durante la Cuaresma se debería tener en mente hacer algún sacrificio, y por ello se recomiendan el ayuno, la abstinencia, y algunas otras cosas que contribuyen a la preparación para dicho momento cumbre.

Pues bien ... algo de eso tuvo mi fin de semana pasado. Porque parte de las consecuencias no explicitadas del proceso de la Tambores Grandes ha sido el paralelo proceso degenerativo de mi taller. Es decir: no sólo se nos han secado las meninges, sino que el taller estaba hecho una auténtica cochambre. Diógenes hubiera salido echando virutas si alguien le abre la puerta y le propone echar allí un rato.

Así que, como esperamos usar la Semana Santa para intentar resucitar a la Tambores Grandes, tocaba hacer algo de penitencia previa para templar el espíritu y tenerlo dispuesto para aquello que nos tenga preparado la hija de la gran china, que algo se le ocurrirá. Y ... ¿qué mejor modo de hacerlo que limpiar el banco, las herramientas y recoger todo el caos que había en el taller? Pues ninguno. Si algo da verdadera morcilla al aficionado al bricolage mecánico es verse convertido en su propia responsable de limpieza. Al menos en mi caso.

Curiosamente, cuando busqué una imagen de un penitente por darle vidilla a la entrada me encontré con esta que os reproduzco:


Chasis blanco y depósito rojo, como la Tambores Grandes. Pero lo mejor no es eso, sino que el uniforme  corresponde a la cofradía de la "Humildad y la Paciencia" de Chiclana. El apelativo hace innecesario cualquier comentario, pero para mí tiene el atractivo adicional de que Chiclana es el lugar donde veraneo desde hace 42 años, y el sitio con el que sueño cuando Madrid me puede. Llevo siempre en la cadena del cuello una concha de la Punta del Boquerón que me regaló mi hija, y cuando me agobio la toco y me siento conectado con aquello.

Retomo el hilo, que me pierdo.

Decía que como ejercicio de fortalecimiento previo a mi encierro mano a mano con la Tambores Grandes, decidí hacer penitencia limpiando el taller. Pero en realidad, vino precedido de una introducción al sufrimiento elctrónico cortesía de "chez Land Rover", dado que debía llevarme el Range Rover al campo y traerme el otro coche que estaba allí.

Para los que no sabéis de qué hablo, aclaro que hace tres años rompí el puente trasero de mi coche yendo al campo, porque mis hijos cada vez hunden más la suspensión de un coche que no está hecho para meterlo por caminos. Y como le tengo un enorme cariño a mi Alfa, decidí invertir un tope de 6.000 euros en comprar un todoterreno para tener en el pueblo y poder ir al campo con la familia sin poner en riesgo el coche "de verdad". La primera sorpresa que me llevé fue que por ese presupuesto tenías desde un "Sukiki Santana" hasta un precioso Range Rover V8 4.6 HSE ... que fue el que finalmente me compré. Porque siempre me gustaron esos coches, y para los kilómetros que pensaba hacerle, el consumo me importaba un pito.

Y la verdad es que el coche resultó tan agradable que nos lo hemos acabado llevando de vacaciones a Chiclana en verano y a muchas otras cosas, pese a que su consumo es, simplemente, absurdo.

Como buen aparato británico (la Norton es otro de ellos), el Range tiene sus peculiaridades. Y una de ellas es el excelente (cuando funciona) sistema de suspensión "EAS" (por Electronic Air Suspension") que consiste en que el coche lleva bolsas de aire comprimido en lugar de muelles, lo que hace que puedas alterar su altura, y tenga un ejemplar comportamiento en el campo. La cara oculta de esto es que la ECU (Electronic Control Unit) que maneja el sistema, de vez en cuando se vuelve loca y detecta fallos que sólo existen en su (dañado) cerebro electrónico. Y cada vez que encuentra uno de ellos, deshincha la suspensión y te deja el coche sin amortiguadores y en un estado de catatonía del cual sólo son capaces de sacarlo en el servicio oficial (eso fue así hasta que alguien hizo un software que resetea el coche si tienes un cable ODBC adecuado que se vende en Ebay por 20 leuros).

Ya que me meto en faena, os cuento que el coche tiene un circuito de aire muy completo, con un depósito para el aire comprimido, un compresor que llena dicho depósito y una caja de válvulas que reparte la presión en el sistema. El problema (en mi caso) es que algunas tóricas de la caja de válvulas están pasadas, y el coche se deshincha sólo cuando dejas de usarlo un par de días. Y lo que no había hecho nunca era dejarlo deshinchar dos semanas. Descubrí que, cuando pasa eso, el software que uso para borrar los fallos de suspensión no funciona. Porque estaba tan vacío, que aunque borrara el fallo, a los cinco segundos, el coche volvía a detectar falta de aire y se bajaba de nuevo.

Círculo vicioso que te pone mal cuerpo cuando lo tienes delante un sábado por la tarde y pretendes llevarte el coche un domingo por la mañana. Penitencia también, pero imprevista.

Por si a alguien le vale (me consta que estos coches crean adicción a más de un motero que conozco), explico que el sofisticadísimo sistema de suspensión puede puentearse con un alambre (método hispánico donde los haya). Os pongo una foto de donde hay que tocar. Es de risa:


Se saca el relé marcado como 9 arriba, se pincha un cable de esos que tiene un sólo hilo de cobre y van cubiertos de plástico en el pin número 5 (salida +) del zócalo donde estaba el relé y se engancha a una patilla cualquiera de los "Max Fuses" que se ven al lado. Con eso, incluso sin el contacto puesto, arrancas el compresor y llenas de aire el depósito durante unos diez minutos (ojo con pasarse de tiempo, que no hay control de presión activo). Hecho eso, metes el software de borrado de errores y es como si le dijeras al bicho aquello de "Alehop" que decían los domadores en el Circo, porque el coche pasa en un plis de estar agachado a estar a su altura.

Es decir, que la penitencia del taller empezó antes de salir de casa ... y espero que el haberle ganado el pulso al Range sea un buen prólogo para la Semana Santa en que la Cota deberá resucitar.

Poco más que contar del domingo, excepto que después de dejar aquello limpio (seguro que no es el adjetivo que usaría mi mujer) aproveché para muchas pequeñas cositas que tenía pendientes, como ponerle a la Impala una bombilla LED en el piloto, conectar a la batería de la Norton Commando unos cables que permiten conectar el cargador Optimate directamente sin tener que sacarla (he pedido otro juego para la Guzzi porque valen tres pesetas y evitan muchos engorros), y lo más agradable de todo ... aproveché para buscarle su sitio en el panel de herramientas a la llave especial de escape que me regaló el bueno de Jaume Domínguez, con quien pasé un rato de lo más agradable en Madrid la semana pasada.

En fin, que en principio no voy a tocar a la Tambores Grandes hasta haberme preparado adecuadamente. Lo que es posible que haga (si finalmente consigo las piezas) es ponerle al motor nuevo de la Impala una cuarta velocidad de Sport. Ya os contaré detalles si lo consigo, porque creo que es la combinación perfecta: las tres primeras de Turismo y la cuarta de Sport.

10 comentarios:

  1. Como dicen ahora, yo lo flipo. No me he enterado de casi nada con lo del Range pero me ha sonado a muy complicado. Menos mal que eres de letras!!

    Sobre la limpieza del taller, me duele la boca de ofrecerme para hacer un inventario permanente de materias primas, que dicen en costes y, de paso, ordenar aquéllo como si fuera o fuese un taller de marca premium, que es lo que acabará siendo.

    Ya sabes, just whistle.

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  2. No te avisé porque no tenía la seguridad de que finalmente me fuera por culpa del coche. Además, hay que poner distancia a veces con las cosas.

    Prometo que la Cojones Grandes no hice más que moverla bajándola del elevador, para dejarla en la otra habitación de al lado del taller.

    Tampoco hice limpieza a fondo, pero sí los dos bancos y las herramientas, tiré los trapos que estaban en uso, puse cada pieza en la caja que le correspondía, etiqueté tornillería y poco más.

    Estuve a punto de ponerme a pintar un poco, pero como llovía no me pareció buena idea. Ya te cuento plan para el próximo finde. Pero igual me voy a cambiarle a la 200 el muelle de selector que se cargó mi hijo ... o a ponerle a la Impala el cambio de cuarta. Aunque no hay que descartar que, simplemente, me vaya de paseo al campo con la familia. :-)

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  3. Julian: no te acomplejes por tu taller, seguro que el mio se llevaria el "Diogenes cum laude". Lo de la electronica de los aparatos actuales... mirate un reportaje que se hizo de "comprar, tirar, comprar", ya estan todos preparados pera que fallen. Y lo de la Cuaresma penitente... amen del ayuno y abstinencia, creo que deberias pasarte por Calanda o Alcorisa, que alli entienden muy bien a los "tambores grandes" en estas fechas. Animo y un saludo. Jesús. Barcelona.

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  4. Un placer verte por aquí, caballero.

    No había caído en lo de Calanda, pero igual es cuestión de llevársela en procesión de rogativas. Tienes toda la razón. :-)

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  5. Pues después de leerte... no pude aguantar más la vergüenza, y ayer ya me puse en plan fregoteo en el Taller. Va a se un mal común lo que tenemos todos...
    No fue en lamaneta donde se colgó un Teorema al respecto?

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  6. El Teorema tenía incluso un corolario. Pero abarcaba sólo al uso de las superficies planas, y no al nivel de espesor de la capa de sedimentos que pueden llegar a tener. :-)

    La cuestión es que, al final, es importante. El otro día me faltó un pelo para cerrar el motor de la 247 sin el piñón de arranque. Y la razón era la cantidad de trapos costrosos mezclados con herramientas que había al lado del piñón.

    El orden es importante, me temo. Nuestras madres tenían razón ... pero afortunadamente no leen blogs sobre motos.

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  7. A mi todo esto me ha sonado a chino como a Jóse - por cierto jóse tenemos una pendiente -, aunque sean británicos, siguen siendo GREMLINS !!!
    Por cierto, fué un placer charlar contigo en Madrid.

    Un fuerte abrazo.

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  8. Los Gremlins son invento british, Jaume. No olvides que parte de tu martirio se lo debes al nunca suficientemente ponderado Mr. Lucas.

    Como dijo una vez Dennis Noyes, los encendidos Lucas fueron diseñados por unos sádicos desde el infierno.

    Y no le faltaba razón en absoluto.

    Adivina quien firma la electrónica de mi Range ...

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  9. Fesstivamente: el tal Lucas, que debía ser primo del Lucas de los efectos especiales.

    Cosa de familia, supongo.

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Como diría Juan Ramón Jiménez, mi troll es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.

Probablemente no tiene huesos y por eso insulta bajo seudónimo. Pero además de cobarde es tan coñazo que he decidido que sólo me moleste a mi. De tal modo que a partir de ahora me quedo con la exclusiva de leer sus bobadas. Disculpadme el resto que os haga pasar por la "moderación" de vuestros comentarios.