sábado, marzo 12, 2011

Seguimos con nuestra cruz a cuestas

Si hay una moto que me haya vuelto loco en mi vida, esa es la Cota 247 MkI de José María, más conocida entre los amigos como la "Cojones Grandes", sin duda el apelativo que mejor le cuadra.

Desde hace tiempo venimos contando a ráfagas alguno de los episodios intermedios en el proceso de recuperación de esta moto. Y a veces pienso que si no fuera por el respeto que me dan las cuestiones religiosas, podría haber llamado a esos episodios los "Misterios Dolorosos" de la puñetera Cota. Misterios porque no han sido pocas las veces en que nadie estaba seguro de qué le sucedía al dichoso cacharro. Y dolorosos porque unas veces nos han tocado la moral, otras la cartera, y a veces ambas cosas a la par.

Omitiré el relato completo de nuestras desdichas para no poner triste a nadie, pero sólo a título ilustrativo, enumeraré alguno de los momentos Nescafé que nos ha proporcionado. Creo que el primero fue el día que José María la llevó a la ITV y se le cayó la palanca de arranque, sin que en aquel momento supiéramos el porqué. Otro momento precioso fue cuando descubrimos que los apoyos del eje de arranque estaban rotos y soldados en mala posición (lo cual nos llevó a conseguir un cárter nuevo), o el que nos proporcionó descubrir que el cambio tenía más arandelas que un el morro de un punkie ... por no mencionar la cara que se nos quedó al cerrar los cárteres nuevos y descubrir que el eje de arranque no era el suyo y quedaba corto.

La penúltima visita al quirófano tampoco terminó bien. Una vez localizado un eje de arranque a estrenar, cuando cerramos el motor no hubo modo de conseguir que el cambio funcionara como se esperaba. Al final los problemas estuvieron en dos puntos distintos, como he descubierto hoy. El primero, que el pestillo que fija el tambor del selector estaba viciado. Para los que no se hagan una idea de qué pieza es, la marco en rojo en la hoja de despiece.


Una vez arreglado ese desperfecto, dejé cerrado el cárter por quincuagésimo sexta vez consecutiva, y me centré en el siguiente misterio, que afectaba al selector de cambio. Por alguna extraña razón, el tambor funcionaba correctamente al girarlo con un alicate, pero tenía un comportamiento peregrino cuando montábamos el selector e intentábamos hacerlo funcionar con la palanca de cambio. Lo más llamativo de todo era que había un "más allá" de primera velocidad, pese a que en el montaje hacía coincidir el punto del eje con la raya del peine de selección. Y con eso me he pasado una media hora larga esta mañana hasta que por fin he caído en que tal vez estuviera montando algo al revés. Y como no podía ser el peine, puesto que la raya sólo existe en una de sus caras, comprobé la pieza que queda debajo, a ver si era eso. ¡¡Bingo!! estaba al revés. Y lo peor es que sé que esa pieza tiene posición, y que la ranura de la izquierda debe ir más alta que la de la derecha. Pero al desmontar debió quedar al revés en algún momento y no caí en comprobarlo al montar. La marco en rojo, porque no sé cómo marcarla con fuego.


En fin ... que visto que aquello iba, me he animado y he puesto también parte de la primaria y las tapetas del cigüeñal con sus correspondientes arandelas y retenes. Y hasta he montado el cilindro y la culata para evitar volver a partir un segmento (otra de las putaditas que nos ha ido haciendo fue ésa y menos mal que tenía recambio). En este momento, el motor está exactamente así:


Y así lo dejé porque hoy no vino José María y me parecía feo intentar arrancarla sin él. Así que aproveché para dedicar un rato al segundo motor Impala, que ha ido avanzando a trancas y barrancas en los ratos muertos que nos dejaba la 247. Pocas veces he hecho un motor con menos sensación de continuidad mental que éste. Si arranca y medio va no me lo voy a creer.

Una de las cosas que tocaba era cambiar platinos y condensador. Mi amigo Andrés, de Recambios Záncara me había conseguido un juego de Kontact a estreno, y saqué el volante para mirar el estado de los que traía el motor de origen. Lo que me encontré me dejó un poco bizco, la verdad. El condensador soldado al cable de alimentación y a los platinos. Con un par.


Así que tocó coger el soldador para liberarlo. Y rehacer un poco la instalación metiendo funda termoretráctil para evitar los chispazos que podía producir el cable pelado que me encontré. De eso no hice fotos porque estaba ya con prisa por volverme a Madrid, donde tenía que estar a las cinco de la tarde. Me limité a cerrar con tanta prisa que me dejé la junta del cilindro sin poner, como puede verse en la foto de cierre.


En fin, que si Dios quiere, el próximo fin de semana intentaremos arrancar la Cojones Grandes de una vez. Y os prometo que lo haré con el corazón encogido. Porque si sigue sin ir bien, ya no sabré qué otra cosa se le puede hacer ... además de un exorcismo como el de Don Camilo al tractor soviético de Peppone.

10 comentarios:

  1. Funcionará. Luego habrá que intentar sortear las minas que nos pondrá la muy hija de bultó en forma de fugas de gasolina o putaditas similares, que ya me lo creo todo.

    En cualquier caso, no sé cómo corresponder a todo este esfuerzo. Ni siquiera dejándote ganar en Robregordo porque lo vas a hacer tanto si me dejo como si no.

    Gracias.

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  2. Para llegar a Robregordo con las dos 247 debería ir todo rodado el próximo día ... y que mi propia moto no dé la lata tras más de un año parada.

    Nada es imposible, y quedan un par de meses. A ver si los podemos aprovechar bien.

    Se supone que el próximo fin de semana la tuya debería quedar montada y arrancada, a poco que saquemos partido al tiempo. Tal como la he dejado hoy, no deberíamos tardar más de tres horas en dejarla lista para probar. Excepto que se le ocurra algo nuevo o yo la haya liado en algún punto sin darme cuenta.

    Mejor no pensarlo ...

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  3. Ánimo campeones !, ah y deberíais tener a mano unas mordazas más pequeñas, porque cuando la semana que viene arranquéis a la bestia seguro que se le encojen los Cojones !!!
    Andamos todos con prisas y sorpresas pero el sufrimiento merecerá la pena...seguro !
    Un abrazo.

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  4. Que Dios te oiga, amigo. Es lo que deseo, pero me gustaría tener la misma fe que tu ... cosa que después de tantas horas de sufrimiento lamento decir que no tengo.

    Eso sí, si finalmente me da una alegría, será gorda.

    Gracias por los ánimos.

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  5. Ja, ja, ja... perdonad, pero estamos todos locos..

    Estaré al cuidado a ver si la oigo rugir este sábado, además sería un buen regalo para Jose, felicidades!

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  6. :-)

    Y que dure, Pep. Que si no sacáramos la ansiedad por aquí, por otro lado debía salir.

    Seguiremos informando. Y si arranca y va, con vídeo.

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  7. Y Audio Julián !!!...El Audio es tan o más importante que el video...no me quiero perder vuestros comentarios por nada del mundo ;-)

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  8. Según cual sea el resultado, el audio habrá que censurarlo, amigo. :-)

    Bromas aparte, palabra que estoy nervioso pensando en la puesta en marcha. Y seguro que la noche de viernes a sábado dormiré inquieto pensando en lo que pueda pasar. No puedes imaginarte el montón de horas que lleva esa moto encima. No hablo sólo de taller, sino de horas muertas dándole vueltas al coco.

    Dios quiera que resulte bien. O se la compro a José María sólo para quemarme a lo bonzo encima de ella.

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  9. Pués si Julián, la fé no hay que perderla, pero aunque la tengo también estoy pasando bastantes noches de insomnio con la Rápita, y sobretodo ahora que parece que ya está cerca de convertirse en una realidad y yo solo hago que dar vueltas en la cama pensando en lo que hay pendiente, y cuando por fin me duermo...sueño "en lila".
    La "cojones Grandes" arrancará el Sábado, y la Rápita espero que lo haga la semana que viene, y ambas estarán en Octubre en la Montesada porque se lo merecen y sobretodo porque nos lo merecemos.
    Espero ansioso tu próximo post.
    Un abrazo.

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  10. Me equivoqué. No voy a dormir mal entre viernes y sábado. YA he dormido mal hoy.

    Prometo vídeo, que te lo has ganado.

    ¡¡Suerte con el sueño lila!!

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Como diría Juan Ramón Jiménez, mi troll es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.

Probablemente no tiene huesos y por eso insulta bajo seudónimo. Pero además de cobarde es tan coñazo que he decidido que sólo me moleste a mi. De tal modo que a partir de ahora me quedo con la exclusiva de leer sus bobadas. Disculpadme el resto que os haga pasar por la "moderación" de vuestros comentarios.