domingo, febrero 20, 2011

On any sunday

Tal vez la mejor película sobre motos que se haya rodado sea "On Any Sunday", en la que Steve McQueen y un grupo de amiguetes se lo pasaban como los mismos indios montando en moto. Más que una película se trata de un documental donde se intenta explicar lo mucho que engancha la afición a las motos. Probablemente esa sea la razón del título original (traducido significa "En un domingo cualquiera") que por alguna extraña razón en España deformaron como "Prueba Uno" que no significa absolutamente nada. Una lástima.

El caso es que la película muestra muchos tipos de especialidades motociclistas tanto de campo como de carretera, y cierra con unas imágenes que hoy serían más falsas que los efectos especiales de George Lucas, porque son unos minutos de derrapadas interminables con tres motos de cross por unas playas completamente vírgenes. Y hoy no quedan playas de esas, y por las que tenemos no se nos permite montar.

Sea como fuere, película completamente recomendable, de la que tomo el título prestado para contar que este fin de semana no ha habido taller. En concreto, no me había llegado el segmento superior de la Impala, y José María estaba de cumpleaños de su hija, con lo que servidor tenía pocas ganas de herramientas. Además, ayer sábado abortamos un paseo en moto con otros amigos de "La Maneta" por culpa de la lluvia , y con el mono de excursión que me quedó, según terminé de ducharme pensé que hoy era un día tan bueno como cualquier otro para hacerle unos kilómetros a la alemana, y me encasqueté la ropa de carretera.

Como no soy de Madrid, ni he rodado mucho por la provincia, no tenía maldita la idea de qué ruta seleccionar, así que opté por poner rumbo a Rascafría, donde borrosamente recordaba que había una carretera con muchas curvas y que merecía la pena. El recuerdo viene de la época en que teníamos el Ibiza rojo, que se nos quedó casi sin frenos en aquella carretera, de la paliza que le metí. Eran otros tiempos y todavía corría de vez en cuando.

Tanque lleno en la gasolinera de Cea Bermúdez, salida por Castellana hacia la Avenida de Burgos y autovía hasta el desvío a Rascafría. Estoy seguro de que tiene que haber un modo más "curvilíneo" de llegar allí, pero como voy de novato, no sé hacerlo mejor. El caso es que llego a Rascafría con poca curva de momento ... justo para encontrarme con una "Fábrica de chocolate natural" en uno de los cruces del pueblo, así que paro y compro dos tabletas porque mi hija pequeña es tan aficionada como su padre. Tal como se ve en la foto, el día estaba claro, pero con alguna nube. Una iluminación preciosa para haberse parado a hacer muchas más fotos, porque daba unos contrastes magníficos.


Desde antes de la entrada en Rascafría llevaba un rato viendo indicaciones que marcaban "Puerto de Cotos" y "Navacerrada", y como parecía una ruta interesante, para allá que nos fuimos la BMW y servidor. Lo que no sabía era que había una cantidad de nieve bastante considerable pese a que el puerto estuviera abierto. Tanta como que en mitad de la subida, a unos 1.500 metros de altitud, me encontré con un Nissan de la Guardia Civil señalizando que unos metros más arriba se había ido a la cuneta un chino con una fragoneta en un despiste. Señal de que era mejor tomarlo con calma, porque el centro de la calzada estaba despejado, pero la nieve tapaba incluso las líneas blancas de las cunetas. Como una imagen vale más que mil palabras, las cosas estaban más o menos así ...


Supongo que para los lectores de padres siberianos no debe ser gran cosa. Pero para los oriundos del sur, miramos un paisaje como este y se nos congela absolutamente todo. Las vistas son una auténtica maravilla en esta carretera, además. Y como vamos despacito y con cuidado, da tiempo a saborear al paisaje y a parar de vez en cuando para tomar alguna foto.

No sé muy bien cuantos kilómetros son entre Rascafría y Navacerrada, pero puede que anden en veintitantos. Asfalto en impecable estado y curvas bien trazadas. Según os acercábamos al puerto, vi por primera vez en la moto saltar la alarma de posible hielo, y paré para hacerle una foto. Marca 2,5 grados, pero me parece que el sensor de temperatura es un tanto optimista. En ese instante llevaba los puños con la calefacción al máximo, pese a que bajo los guantes me había puesto unos polares finos. Y palabra que no me sobraba nada. :-)


Y poco más que contar. Lo dicho: un domingo cualquiera, que no lo fue gracias a la compañía de la recién llegada, que se portó como una auténtica campeona. 175 kilómetros, 5 litros a los 100 de consumo y una velocidad media de poco más de 81 km/h hasta la puerta de casa.


El próximo fin de semana volveremos a la llave inglesa. Que tengo pendiente un ajuste de cuentas con una Cota 247 que yo me sé ...

11 comentarios:

  1. Por más pruebas que hagas, la conclusión va a ser siempre la misma: te has comprado una moto excelente.

    Hay algunas rutas que están muy bien. Con frío hay un clásico que es ir a tomar un caldito a Peguerinos con sus correspondientes patatas revolconas, claro está.

    A ver sí se acaba la pesadilla de la 247, que Robregordo está ahí mismo, aunque no sé yo sí sería buena idea, sin entrenar ni ná.

    ResponderEliminar
  2. ¿Y esa ruta se puede hacer en inglesa sin perder la masculinidad? Lo digo porque puede ser agradable. :-)

    A la 247 intentaremos ponerla en orden el finde próximo. Ojalá todo salga bien y no nos dé otro revolcón sin patatas.

    ResponderEliminar
  3. Genial la pelicula y muy bonita tu excursión por "el polo", y eso de puños calefactables, termómetro de temperatura exterior, ordenador de "a bordo", etc. tiene que estar muy bien.
    Yo he salido también con mi alemana, la K75 del 88. Una ruta corta de 30 kmts. a llevarle unas piezas al mecánico que me cierra el motor de la Rápita GP, y las curvitas han sido más que suficientes para borrar la cara de mala leche que me ha quedado después de comprobar que el selector que le llevaba era exactamente igual que el otro...o sea que toca mecanizar la tapa...AAAAGGHHH !!!...voy a desahogarme en el blog.

    ResponderEliminar
  4. Yo la hice con la Bonnie y llegué sin problemas.

    Respecto a la 247, no sé qué decir sin condenarme.

    ResponderEliminar
  5. Suena mal lo de la tapa, Jaume. Si te cuento las que llevamos pasadas con la "Cojones Grandes" acabamos llorando cada uno en el hombro del otro. En nuestro caso van unos cárteres centrales nuevos (y menos mal que los encontramos) y un eje de arranque a estrenar porque el suyo lo habían cambiado.

    Espero que sólo sea eso y el motor de la MkI cierre el próximo finde ... y dejo de escribir que me voy a tu blog a ver cómo andan las cosas.

    (Gran moto la K 75. Tengo una K 100 que ha dado un resultado excelente).

    ResponderEliminar
  6. A ver, José ... lo de la Bonnie fue antes de ahora, ¿no? Pues por eso preguntaba. :-P

    ResponderEliminar
  7. En principio tengo permiso oficioso que no oficial. Sí me dejaba comprarme una HD Sportster Custom que habían ofrecido, entiendo que va implícito el nihil obstat y con él la permanencia de los atributos.

    ResponderEliminar
  8. Ya voy siguiendo vuestra odisea con la bien nombrada "Cojones Grandes", pero estoy seguro de que la historia acabará bien y en algo así como "El Gran Descojone" !.

    Con la alemana todo son satisfacciones...Tu ya sabes muy bien de lo que hablo. Qué bien que las hicieron !. Mira, para despejarme de los problemas con la Rápita me voy a escribir un post sobre la K que se me acaba de ocurrir mientras actualizaba el post de la Rápita con las últimas incidéncias.

    Venga, ánimo para todos !...y que disfrutéis mucho Jose y tu de la ruta "anglogermana"... ya nos lo contaréis...

    ResponderEliminar
  9. Le debo una entrada en el blog a la K 100, la verdad. Entró en casa por casualidad, pero me ha hecho la vida agradable durante doce años.

    ResponderEliminar
  10. Solo un comentario Julián, prueba en un día de frío ponerte unos guantes finos y los puños calientes encendidos, deberás ponerlos bajos sino te quemarás, lo que haces de añadir capas a las manos te aísla del calor que generan, a ser posible prueba unos finos ”Windstoper” cualquiera.

    Animos con la 247, yo estoy tan liado con la 24h que ni actualizo el blog, son tantas las piezas que fabricamos a medida y/o adaptamos que cada día merecería una entrada.

    ResponderEliminar
  11. Me acabas de dejar pasmado, Pep. Lo probaré, pero me da sensación de que tendré frío en el dorso, como me pasa ahora.

    ResponderEliminar

Como diría Juan Ramón Jiménez, mi troll es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.

Probablemente no tiene huesos y por eso insulta bajo seudónimo. Pero además de cobarde es tan coñazo que he decidido que sólo me moleste a mi. De tal modo que a partir de ahora me quedo con la exclusiva de leer sus bobadas. Disculpadme el resto que os haga pasar por la "moderación" de vuestros comentarios.