viernes, diciembre 24, 2010

Últimos avances con la Cota 49

Ayer no sólo me dio tiempo a jugar un poco con el cigüeñal de mi segundo motor Impala, sino que pude darle dos pequeños retoques a la Cota 49 de Cecilia, a la que cada vez va faltando menos. En concreto le puse sus puños de goma Montesa negros, y el emblema del lado derecho del depósito, previa rascada con mucho cuidado a la hendidura que el depósito tiene para que el escudo quede un poco metido hacia dentro.

El resultado está a la vista en la foto:


Con esta moto he intentado mantener la mayor parte de cosas tal como eran al salir de fábrica, de modo que no he pintado el escape (una limpieza a fondo fue suficiente) ni el depósito (que está en un estado bastante razonable), e incluso dejé en su sitio alguno de los cables de mando, que funcionaban bastante correctamente pese a los años.

No pude finalmente salvar las llantas, que estaban podridas, ni los radios. Tampoco he recurrido a cromar nada porque con lana de acero ha sido suficiente. Probablemente lo que sí haré será cincar alguna de las piezas una vez que reciba el kit que he pedido a UK ... y que viene a reemplazar aquel que tiré a la basura hace unos meses.

Ahora estamos a falta de un par de retoques: pintura del faro, que no admite más alternativa porque está saltada del roce de los cables, y rematar la instalación eléctrica que ya tiene un piloto en buen estado y un conmutador nuevo a estrenar.

Y para decir la verdad completa, queda un problema por subsanar: los dos tornillos M6 frontales que sujetan la placa protectora del cárter y el soporte de los pedales están rotos a ras del motor y no he encontrado un buen modo de sacarlos de momento. No sé si dar un punto de soldadura e intentarlo así. A ver qué se nos va ocurriendo.

2 comentarios:

  1. Cómo me gusta esa moto. Pronto una Cota 74 para Ceci que pronto la necesitará (y tú también). Imperdonable su ausencia, habiendo una azul ya en la cuadra.

    ResponderEliminar
  2. No sólo eso, sino que es la única moto que me falta de las que algún día fueron mías. Lo que me frena es que nunca podré recuperar "mi" Cota 74.

    Algún día caerá, pero hay cosas ahora que son prioridad. Sobre todo si John ha enviado ya las piezas, que parece que sí.

    Feliz Año, amigo.

    ResponderEliminar

Como diría Juan Ramón Jiménez, mi troll es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.

Probablemente no tiene huesos y por eso insulta bajo seudónimo. Pero además de cobarde es tan coñazo que he decidido que sólo me moleste a mi. De tal modo que a partir de ahora me quedo con la exclusiva de leer sus bobadas. Disculpadme el resto que os haga pasar por la "moderación" de vuestros comentarios.