miércoles, octubre 12, 2005

Diferencias entre la primera y la segunda serie de Montesa King Scorpion


Dejando al margen a la Scorpion (24M) que la precede, y a la King Scorpion Automix (44M) posterior, existieron dos series distintas de Montesa King Scorpion. Ambas son definidas por el 34M del modelo. La primera abarca las unidades entre la 34M0001 y la 34M2000, y la segunda entre la 34M2001 y la 34M3310.

Dato curioso sobre la numeración es que, siendo para el mercado americano, no sólo se troquelaban el chasis y el motor con el mismo número, sino que se añadía una chapa con los datos de fabricación en la columna de dirección.

Parece ser que la primera serie tuvo como objetivo la conquista del mercado americano, y por tanto no escatimó en materiales. Por esa razón su precio se convirtió en prohibitivo para el mercado español, como puede leerse en la prueba que para "Motociclismo" hizo Jaime Alguersuari en 1.970. Parece ser que en nuestro mercado la moto sólo se servía bajo pedido, puesto que las 57.400 pesetas de que hablan las revistas eran casi la mitad de lo que contaba un SEAT 1430 en aquel momento.

Posteriormente salió a mercado una segunda serie que mantiene la atractiva línea del modelo, pero con algunos retoques, para que pudiera ser más competitiva en España.

Las diferencias son:

1.- Soportes de faro. Los de la Texas/Scorpion en las primeras, y parecidos a la Automix las segundas. Es curioso porque no existen tales soportes en el libro de despiece, pero están en todas las pruebas de revista y libros de la época. Pasa como con el manillar, que aparece con barra en todas las láminas del despiece, pero sólo lo llevaron así algunas series de la segunda mitad, según parece.

2.- Guardabarros. De acero inoxidable en las primeras (o hierro cromado según versiones), y de chapa pintados en gris en la segunda. Esto es lo que el libro de despiece afirma, pero sabemos que no siempre es fiable.

3.- Freno delantero. Doble leva con buje de 72 agujeros para radios en las primeras, y simple leva en la segunda con 36 agujeros. Ambos procedentes de las Impala, y con los 180 milímetros de diámetro de aquellas.

4.- Reflectores. Lucas más pequeños en la primera serie.

5.- Llantas. Akront de aluminio en la primera serie, y de hierro cromado en la segunda.

6.- Emblemas del depósito. De pasta rígida y atornillados en la primera serie, y pegados en la segunda.

7.- Depósito. Con roscas para las chapas en la primera.

8.- Amortiguadores. Telesco con regulación en 5 posiciones y "capuchón" a modo de cobertores en las primeras, y sin protector en las segundas.

9.- Soporte de amortiguadores. Atornillados en la primera serie, con clip tipo Cota 247 en la segunda.

10.- Estriberas. Regulables redondas y preparadas para goma protectora en la primera y fijas tipo Cota en las segundas.

11.- Amortiguador de tracción. En la corona en las primeras series y tracción directa en las segundas.

12.- Corona. Con embellecedor cromado en las primeras, de duraluminio estilo Cota y sin embellecedor en las segundas.

13.- Botellas de suspensión. Diferentes en las primera serie, similares a las Cappra GP o Cota 247 MKI de tambor grande.

14.- Tensor de cadena. La primera lleva una guía sin tensor.

15.- Palanca de arranque. La primera lleva el eje de apoyo del pie liso y con una goma, mientras que la segunda dicho eje es estriado y sin goma. Contribución de mi amigo Jorge Arandes, feliz propietario de una King de segunda serie en restauración.

16.- Guardacadenas. La primera lo lleva metálico y con numeración diferente a la segunda serie. La segunda lo lleva de plástico al estilo Cota, siendo de hecho su numeración la 21.20.306.1 de donde se deduce que es de una modificación del guardacadenas usado en la primera serie de Cotas 247, que es la Montesa a la que corresponde el modelo 21M. Esta se la debo a mi amigo Jorge Aranés, que fue quien me puso en la pista con su King de segunda serie.

17.- Pedal de freno trasero. La primera lo lleva en material cromado, mientras que las segundas lo llevan en chapa pintada de un gris muy similar al de los soportes de faro.

Todo ello sin contar la infinidad de pequeñas "subseries" que pudieron producirse en mitad de las series principales debido a la disponibilidad o no de piezas en fábrica. Y sin olvidar otras peculiaridades como las inconsistencias entre los libros de despiece y la realidad.

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Como diría Juan Ramón Jiménez, mi troll es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.

Probablemente no tiene huesos y por eso insulta bajo seudónimo. Pero además de cobarde es tan coñazo que he decidido que sólo me moleste a mi. De tal modo que a partir de ahora me quedo con la exclusiva de leer sus bobadas. Disculpadme el resto que os haga pasar por la "moderación" de vuestros comentarios.