lunes, mayo 21, 2018

Empezando a preparar la Impalada 2018 con hidráulicos Lesans

Desde hace unos años, el final de la Semana Santa se ha convertido en el pistoletazo de salida de la Impalada del siguiente año. No hay más que ver cómo el grupo de WhatsApp de impaleros que creó Pepe (¡cómo se te echa de menos, amigo!) empieza a llenarse con comentarios sobre la ruta, el hotel de concentración, la reunión de Alcañiz (que tiene pinta de acabar en tradición complementaria), o las dudas que a cada uno le van surgiendo a medida que pone a punto la moto, o piensa en qué mejoras va a incorporar para mejorar la experiencia del año anterior ... si es que ello es posible.

Y para este año hay novedades por todos lados, pero pocas tan sorprendentes como los hidráulicos de Lesans que acaban de salir para las horquillas de Impala. No los busques en la web porque no los tienen subidos aún, pero si los contactas igual tienes suerte y te haces con una de las primeras unidades. Te aseguro que vale la pena.

Supongo que si estás leyendo estas líneas conoces bien las Impala y sus puntos fuertes y menos fuertes. Y sabes que, entre los segundos, la horquilla de la moto es un diseño que viene de las Brío, y que no sólo está superado actualmente, sino que pierde funcionalidad con el tiempo, a medida que sufre desgastes internos. La conclusión es que -salvo que tu Impala no haya rodado nada- la fantástica estabilidad de la moto se resiente por el bajo rendimiento de la horquilla de serie. Y eso es así, por más pruebas que quieras hacer con tipos, marcas y medidas de aceite ... excepto que hayas optado por poner alguno de los inventos que hacían algunos preparadores clásicos, que deban un mejor rendimiento. Pero eran soluciones parciales, y sólo al alcance de iniciados que conocían al preparador de turno.

Lo que propone Lesans hoy es una solución radicalmente diferente. Un conjunto de barra de hidráulicos nueva, con un cartucho sellado que contiene el aceite y los retenes, y con un aspecto mucho más sólido que la original de la moto. Podéis verla en las fotos:

Parte superior: cartucho hidráulico.
Parte superior: cartucho hidráulico

Parte inferior: punteras.
En la primera imagen, el extremo superior donde va el sistema hidráulico, y en la segunda, las punteras inferiores donde se aprecia con claridad la robustez y calidad de mecanizado de los nuevos vástagos.

El montaje no puede ser más sencillo: basta con retirar la varilla original desatornillando las tuercas M8 que las retienen abajo, desenroscar los tapones M32 que cierran la parte superior de la suspensión y liberar las contratuercas M6 que mantienen las varillas fijas en la parte superior, dejar que el aceite escurra un poco, y poner el cartucho en los mismos alojamientos originales (se suministra con las tuercas M8 autoblocantes necesarias y una arandela de sellado). Media hora si no eres muy manazas.

Como pasa siempre, es mejor echar un poco hacia atrás el manillar para facilitar la operación, pero de verdad que resulta muy simple:


El resultado es, de verdad, espectacular. La moto pasa a tener un tacto moderno en la rueda delantera, y la sensación al frenar fuerte cambia por completo. Imagino que a lo largo de los 1.500 kilómetros que nos esperan, las voy a agradecer mucho más que en la toma de contacto inicial.

¡Ya os lo contaremos!





1 comentario:

  1. Como las tres primeras Impalas con depósitos Brío, esos hidráulicos podrán demostrar sus virtudes en su particular Operación Impala destro de tres semanas.

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Como diría Juan Ramón Jiménez, mi troll es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.

Probablemente no tiene huesos y por eso insulta bajo seudónimo. Pero además de cobarde es tan coñazo que he decidido que sólo me moleste a mi. De tal modo que a partir de ahora me quedo con la exclusiva de leer sus bobadas. Disculpadme el resto que os haga pasar por la "moderación" de vuestros comentarios.