Os pongo una imagen donde he tomado un amortiguador entero (aunque sujeto por una caja de pilas para evitar que rodara por el suelo) y a su lado el otro abierto. Espero que sea suficiente para dar una idea de la excelente calidad del producto. Pero por si no fuera así, os comento alguna de sus características más peculiares.
En primer lugar, lo menos obvio: el vástago del amortiguador mide ¡14 mm de diámetro! que no recuerdo haber visto en ninguna de mis motos clásicas previamente. Eso implica robustez, retenes de buen tamaño y fiabilidad.
Y alguna de las cosas más evidentes son que en la parte superior llevan un pequeño tornillo que permite ajustar el hidráulico para que retenga más o menos en su fase de extensión, cosa que jamás había visto en un amortiguador de diseño clásico. En el cuerpo de acero se puede ver un roscado de casi 45 mm de longitud, que es el margen de ajuste que tendremos para comprimir el muelle, girando la pieza moleteada de duraluminio que se puede ver bajo la caperuza inferior en el amortiguador de la izquierda, o un poco por arriba de la pegatina del amortiguador desmontado.
En el interior de las caperuzas, y para evitar topes del cuerpo cromado contra el anclaje superior en dural, tenemos un silentblock de color claro y aspecto muy robusto.
Como último detalle, lo simples que resultan de desmontar: basta desenroscar por completo la pieza de dural para que ambos embellecedores deslicen hacia abajo, de modo que la pieza de dural superior que los sujeta contra el anclaje superior pueda extraerse, y con ella se despieza tal como se ve en la imagen de la derecha.
Es decir: un producto con un magnífico aspecto, que no desmerece con el diseño original de la moto, y que espero que contribuya a hacer del viaje de Junio algo mucho más relajado de lo que fue el de la edición anterior, en que mi trasero tenía un año menos, y los kilómetros eran casi la mitad de los previstos para este año.
Ya os contaremos qué tal se sienten en uso real.
En el fondo envidio la capacidad de apreciar esas mejoras. Por alguna razón que desconozco, tengo tendencia a adaptarme a las situaciones en vez de intentar cambiarlas. Imagino que será una mezcla de ignorancia y pereza.
ResponderEliminarEn todo caso, me pregunto si se nota mucho en confort y/o en seguridad ir con unos amortiguadores como esos. Los míos supongo que, como casi todo lo que me rodea, no estarán en su mejor momento, creo que van bien. Pero me fío poco de mi "sensibilidad".
Pues están preparando también una amortiguación delantera mejorada, según me contó el dueño de Lesans. Un tipo tan agradable que terminas olvidando que sea bultaquista. Pasa como con el Piris.
EliminarLa pinta es buena, pero imagino que sólo al final del viaje tendremos más claro si la diferencia es tan palpable. Pero debe serlo.
Bueno...de momento solo puedo hablar de primeras impresiones, ya que sólo he hecho unos 100 km. con ellos (probando diferentes reglajes de compresión del muelle y de velocidad de retorno), y la verdad es que la sensación de rebotes descontrolados que tenía con los antiguos (unos Betor de esos sospechosos de ser chinos con la pegatina) ha desaparecido, lo cual ya es bastante. Absorben mejor en firmes irregulares, y de eso se trata (mejora el confort de marcha). En curvas no noto nada muy diferente (a no ser que esté muy bacheada). En resumen, una compra muy buena.
ResponderEliminarY por cierto, el trato con el fabricante, inmejorable (me equivoqué yo en el pedido y lo solucionaron perfectamente)
Me alegra que te vayan bien. ¿Cuantas vueltas llevas de precarga?
EliminarLa verdad es que los dueños saben de qué hablan y son gente estupenda. Ojalá les vaya bien.
Vueltas exactas no lo sé, pero me quedan visibles aprox. 2 cm de la rosca (creo que algo menos de la mitad del recorrido posible). De ahí hacia arriba ya me resultaba demasiado dura la amortiguación
ResponderEliminarYo creo que los llevo mucho más suaves. Algo así como 5 vueltas desde el inicio del recorrido posible. La regulación del rebote no la he tocado. Y la impresión es muy buena.
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