Último fin de semana en la Mancha, dado que Agosto será mes de Chiclana, como siempre. Aproveché para avanzar un poco con el motor del proyecto 24 Horas cuyo chasis está en proceso en Barcelona. Y, a sugerencia de Fernando, continúo con la serie dedicada a la apertura y cierre de motores Montesa que comenzamos con una
primera entrada sobre desmontaje.
Hoy empezamos con el montaje, en mitad de una resaca bastante consistente, cortesía del bueno de Ángel de Areba, que ayer nos regaló una fiesta de cumpleaños verdaderamente inolvidable. Sé que no es una excusa brillante, pero ... las fotos salen como salen porque se me olvidó coger la cámara, y el teléfono da de sí lo que da de sí. Además de que mi pulso no estaba como para robar panderetas.
Yendo al grano, lo primero que hago con estos motores cuando se trata de poner los cojinetes, que es el primer paso para el montaje, es calentarlos. Prefiero un horno porque se corren menos riesgos de deformaciones que cuando aplicamos calor sólo al alojamiento del cojinete mediante soplete o pistola de aire. En mi caso, el horno es el antiguo Balay de casa, que me traje a la mancha. Abajo lo podéis ver con los dos semicárteres centrales dentro.
La temperatura la suelo fijar en torno a 170 - 180 grados, que es suficiente para una buena dilatación de los asientos sin poner en riesgo el aluminio, que funde mucho más arriba.
Mientras se calienta el motor, preparamos el material que vamos a emplear, que no es mucho: unos alicates de punta fina para sujetar los cojinetes, un mazo de nylon y un spray congelante.
Por supuesto, antes de sacar el motor del horno, hay que protegerse las manos. En mi caso, uso tres capas: unos guantes de vinilo pegados a la piel para no mancharme; sobre ellos, unos Mechanix clásicos, y por encima unos de soldador, mucho más aislantes. Con eso es suficiente para poder sacar las piezas del horno sin problemas.
Una vez apoyado el cárter caliente en una superficie plana (prefiero madera, que es menos dañina para el aluminio), se toma el spray de congelación y se aplica sobre el cojinete para bajar su temperatura y conseguir que el metal se contraiga. A continuación se coge con los alicates de punta fina y se presenta sobre su asiento en el cárter.
En mi caso, finalizo la operación ayudándome con el astil de la maza de nylon, que es de madera y no resulta perjudicial para el rodamiento. Bastan un par de toques suaves para que notes perfectamente como la pieza está perfectamente en su sitio.
Es decir ... que con diez / quince minutos de horno consigues colocar los cuatro rodamientos de los ejes primario y secundario sin ninguna dificultad.
Hecho esto, aproveché para colocar los tres rodamientos que lleva el cigüeñal 34M que emplearemos para esta moto. Se trata de tres unidades de 6205 en tolerancia C3, de los cuales se sitúan dos en la salida de la primaria (en lugar de uno como en las Impalas o Cotas 247) y uno en el lado del encendido.
En nuestro caso, los compramos de la marca SKF (junto con los FAG son los más conocidos probablemente) y de tipo "cerrado", que suelen ser los más comunes en la actualidad.
El cierre puede ser con goma o con chapas y tiene como objeto mantener una grasa especial dentro del cojinete. Para el uso que vamos a darle (un cigüeñal que se lubricará con el aceite de la mezcla de gasolina) debemos retirar las tapas antes de montarlos. Esto se hace de un modo muy simple, empleando un destornillador fino:
Espero que la idea quede clara pese a la falta de calidad de la foto anterior. El resultado de presionar y hacer palanca es que nos quedamos con las chapas en la mano en un santiamén.
... momento en el cual aprovecharemos para meter los cojinetes en aceite SAE 90 caliente, para dilatarlos lo más posible, cosa que nos facilitará enormemente su montaje en los respectivos manguetones del cigüeñal.
En el caso de los motores 34M (y otros de la época) no debemos olvidarnos montar entre ambos rodamientos el separador que se aprecia en la imagen de abajo. Recordad que el lado que tiene hendiduras debe quedar mirando hacia el exterior tal como se ve:
La última imagen de la serie es par que se vea lo robusto que queda un cigüeñal 34M con todos sus adminículos. Para un motor con en torno a 20 caballos, debe ser medio eterno a poco que se emplee un aceite de calidad en la mezcla.
El siguiente paso será montar retenes y el resto de componente, pero tardaré en contarlo porque me falta una decisión crítica por tomar: si empleo directamente un cambio completo de Cappra MX, o si hago un cambio "Blitz" mezclando las tres primeras relaciones de la King con las dos últimas de la Cappra MX. Se supone que la primera opción es estupenda en circuito pero poco usable en la vida real, mientras que la segunda te da un cambio mixto bastante interesante. Lo pensaré tumbado en la arena dentro de unos días.
Y como no hay día de taller sin su disgusto, cierro con una foto del cigüeñal de Impala que pensaba emplear en mi moto ... y que tiene una fisura preciosa junto al bulón de la cabeza de biela. Lástima, porque iba a haber abierto el motor para cambiar un cigüeñal por otro y tendrá que esperar.
Lo que sí he hecho ha sido montar la caperuza del filtro de aire de Impala II que compré el otro día, y comprobar que recorta muchísimo el ruido de admisión.
Continuará ...