Lo primero fue volver a montar la Cota 247 de José María, que había quedado desmontada porque en el proceso de cierre del motor quedó mal montado el sistema de arranque y hubo que abrir el motor en canal de nuevo. Ya tiene otra vez puesto todo lo que se puede poner a la espera de varias piezas clave (ejes de rueda y puente superior de las tijas entre otras "menudencias"). Esta vez incluso he dejado lleno de aceite el cambio, la primaria y la horquilla para que el día que lleguen las piezas tengamos la faena lo más avanzada posible. Porque, al final, lo de hoy era un poco lo del Monopoly (vuelva a la casilla de salida sin cobrar las 20.000 pesetas).
Como homenaje a Nacho Bartlett, le probé el kit depósito asiento para hacerle una foto que pareciera "más moto" que antes del problema con el motor.
Pero, además, le di un capricho a José María, que tenía ganas de que pusiera el cable del encendido por dentro de la columna de dirección, cosa que no hicimos la primera vez. Pero como hoy no tenía prisa, tomé un alambrito y quedó justo como él quería. ¡¡Cuesta tan poco hacerlos felices!!
El rato adicional lo dediqué a la Cota 49 de Cecilia, que progresa adecuadamente. En la foto de abajo se ve como a base de estropajo de níquel, líquido de barbacoa y paciencia infinita, el codo del escape no luce mal pese a no haberlo cromado. Lo mismo pasa con su tuerca, que conseguí dejar más que aceptable a base de cepillo de púas metálicas y brazos.
Creo que el fin de semana próximo tendré el chasis para poderle colgar el motor e ir empezando a recomponer la moto desde el mecano que es hoy. La verdad es que no está siendo complicado y sí muy agradable recomponer a la nieta de las Cotas a ratos perdidos.
Si tengo suerte y me dan también las ruedas estaremos cerquísima de probarla, porque hoy me he dado un palizón de limpiar amortiguadores (tenían aceite por doquier), placa protectora del motor (no exagero si digo que podía pesar el doble de lo que ha terminado pesando tras retirar el emplaste de tierra y grasa que tenía por todos lados) y manillar Super-Akront (ha quedado estupendo con lana de acero).Seguiremos dentro de dos semanas, porque la próxima tocan comuniones en Córdoba.
Celebro la marcha de la cota y he de decir que vamos muy paralelos en tiempo y también de trabajo efectuado, un amortiguador limpiado y montado y el otro por hacer, la lana de acero echando humo intentando embellecer piezas que no han estado muy maltratadas y a falta de recibir las ruedas... y coincido en la denominación de ”mecano” de estas 49.
ResponderEliminarPep
Mola :-)
ResponderEliminarEn mi caso, Pep, los amortiguadores están sin hidráulico. Perdieron todo el aceite hace mucho, y creo que no voy a intentar desmontarlos.
ResponderEliminarEstuve mirando hoy y no veo el modo de meterles mano. Los Betor estos son muy diferentes de los Telesco a los que estoy acostumbrado y ni siquiera sé si habría modo de encontrar repuesto luego.
Y eso, sin mencionar que me parecieron durísimos para el peso de un niño de la edad para la que es la moto.
No tengo palabras. Espero que en dos semanas se pueda terminar, porque a base de fines de semana tomados con mucha calma, como tú los defines, has hecho el 90% del trabajo. El 10% restante son las piezas que faltan por montar y el pulido de los guardabarros.
ResponderEliminarSe agradece especialmente el detalle del cable guiado por dentro del chasis. Tenía envidia de su prima la de Robregordo.
El chasis de la 49 ya está pintado así que a la primera oportunidad se quedará la moto en condiciones de que Cecilia tome su primera lección trialera.
Como ya te he dicho alguna vez, hay que ver qué fácil parece cuando se saben hacer las cosas.
La verdadera pena es que todo podía estar acabado hace un montón de tiempo si no fuera por lo extremadamente pesados que están siendo los cromadores y cincadores. No sé medirlo en tiempo con precisión, pero ... ¿dos meses ya? Habría que mirar la entrada del blog donde primero comentamos que estamos a la espera.
ResponderEliminar¿Pero lo de la 49 no era un lavado de cara?, el caso es que desde fuera parece que la estás haciendo en un plis-plas y .... no es así. Además de que eres realmente "multitarea", a mí me hacer más de una moto a la vez me desconcentra.
ResponderEliminarCuando la tengas tendrías que poner el antes y el después.
Hombre, Fernando ... es el lavado de cara de una moto que tenía más lío del previsto. No esperaba encontrarme con un gripaje, por ejemplo.
ResponderEliminarLo que me está llevando más tiempo, aunque suene a broma, es el estropajo y el Fairy, porque la moto llevaba mugre desde tiempos de la reconquista. Por lo demás, sí que es "lavado de cara", porque no pintaré el depósito, ni tapizaré el asiento, ni cambiaré casi ninguna pieza.
Y lo de la multitarea es un poco enfermizo, lo sé. Pero debe ser que la vida me ha vuelto un poco así. Si quieres la lista completa de cosas que están de verdad en curso, es aún peor. Pero son motos que conozco; tener una 247 y una King en curso es una chorrada porque las he tocado tanto que me las sé de memoria. Reto, reto, fue el cambio de la Norton o cosas así. Y me voy para tu blog, que quería preguntarte un par de cosas.