En Diciembre se incorporó a la familia un nuevo elemento. Perro de Agua Español, con casi cuatro meses ahora y que responde (o va respondiendo) al nombre de Trasto.
La única experiencia previa que tenía mezclando perros y motos había sido con Bula, la bulldog inglesa de José María que, pese a sus orígenes, no quiere saber nada de motos de trial. Aunque, a decir verdad, como tiene un carácter envidiable, es divertido perseguirla montado en moto, porque se agobia cuando te ve venir encima, pero no te ladra ni te mira mal. Simplemente, intenta escaparse con su particular trotecillo.
Y con sólo ése precedente me llevé a mi cachorro el otro día a ver las motos, porque quería que se familiarizara con ellas lo antes posible, dado que la idea es que me acabará acompañando más de un día al taller y las zonas. Abajo podéis verlo cerca de la 349/4 con la que hizo buenas migas.
Tan buenas que, para mi sorpresa, en lugar de huir de la moto, la perseguía. Supongo que con su mentalidad de perro pastor, lo lógico era llevar al bicho rojo con el resto del rebaño (que eran mis dos hijas, que aquel día estaban conmigo mirando la escena desde el centro del patio manchego).
Toda una experiencia esto de que ahora, cuando llego a casa, hay quien se alegra de verme ... ¡y no me pide dinero!
Toda una experiencia esto de que ahora, cuando llego a casa, hay quien se alegra de verme ... ¡y no me pide dinero!