Tal como comentaba en la entrada anterior, este Domingo tenía la intención de abrir y cerrar el motor de la Impala para cambiarle el cigüeñal, que me habían reparado completamente en Madrid. La reparación consistió en sustituir el rodamiento de la cabeza de biela, tapar los huecos con aluminio para mejorar la precompresión y cambiar la jaula de agujas del pie de biela. Por supuesto, rodamientos del cigüeñal nuevos aprovechando el viaje. Ya puestos, no vale la pena jugársela por una tontería.
El motor estaba puesto en la moto, con lo cual había que empezar por sacarlo de su sitio. Y lo cierto es que va uno teniendo una cierta práctica en estos menesteres ... y comprando herramientas que facilitan la labor muchísimo. Como muestra, la última chorrada en incorporarse a la caja de herramientas: un aproximador de cadenas. Porque, no sé vosotros, pero a mi me joroba extraordinariamente montar el eslabón de enganche; es una operación que me lleva mucho tiempo y me resulta desesperantemente sucia. Pero la verdad es que el cacharro este lo hace simple a más no poder: se trata de una pinza que introduces por abajo en los rodillos de los dos eslabones que quieres aproximar, enroscas el tornillo de abajo y fin de problemas. Cadena 0 - Julián 1.
Otra herramienta que me ha dado verdadero gusto emplear ha sido el extractor original Montesa para sacar el piñón de salida. Mano de santo, como puede apreciarse en la foto.
La tercera cosa que me resulta cada vez más imprescindible es la llave de escapes de mi amigo Jaume. No hay nada remotamente parecido en el mercado. Las llaves de gancho que usé hasta este momento van a criar óxido colgadas en sus tableros, porque no volveré a usarlas nunca más, visto la comodidad y la potencia de trabajo de esta llave:
Como os comentaba al principio, rodamientos nuevos. Y spray congelador para ponerlos en su sitio: otra adquisición recomendable al 100%. Las décimas que el acero se contrae hace un juego de niños cerrar el motor sin dar un sólo golpe y con una sensación de "trabajo fino"estupenda. Fijaos que detrás del cigüeñal se intuye un peso de cocina digital. La razón es que pretendía pesar los dos volantes magnéticos que tengo, para usar en este motor el más ligero, pero finalmente los dos eran de bronce y estaban en +/- 1750 gramos, lo cual hace casi medio kilo más que el volante de la Impala Sport, que es de aluminio.
Tengo que pensarlo con calma, pero igual me atrevo a meter uno en el torno de casa y rebajarle algo de peso. Aunque si lo hago, será una vez acabado el rodaje de la biela y el pistón actuales, y para emplear con el cilindro de agujeros grandes, si es que alguna vez me atrevo.
Otro detalle curioso es la visión de la cabeza del pistón una vez abierto. Fijaos lo que es el flujo de los gases: en los laterales del pistón se ven dos zonas de color más claro. Estas zonas corresponden al punto en que el pistón entra en contacto con los transfers de carga, por donde entra y sale la mezcla desde el cárter. Va a ser cierto que el tráfico de los gases es importante.
Poco más que añadir, queridos. Que motor cerrado con un sonido de los más sano, y moto lista para la Montesada de Octubre. Sólo hay una cosa con la que no me he atrevido, y es la culata supercomprimida que os contaba el otro día. No sé si es una barbaridad ponerla "sin más". Preguntaré en el foro de La Maneta a ver qué me dicen.
Lo del aproximador de cadena es el remate del tomate.
ResponderEliminarEn el fondo le debes algo a la CG: el entrenamiento que ha proporcionado en abrir y cerrar motores está dando sus frutos ahora :-)
Espero que la Impala 2 no quede en ridículo ante su madre en Tona.
Tiene buena pinta la Montesada este año.
La CG ha sido toda una mili, efectivamente. :-)
ResponderEliminarEl motor de la Impala es un mecano comparado con el de la mala pécora: sólo lleva dos desplazables y resulta imposible equivocarse con ella. Aunque debo admitir que hoy he hecho un primer cierre ... ¡¡sin montar el eje de arranque!! Aunque, en mi descargo, fue por culpa de una llamada de teléfono inoportuna.
Seguro que la II queda de cine en Tona. Y si quieres (y yo me atrevo con la culata salvaje) podemos probarle la culata intermedia, a ver qué se siente. Tu moto va de cine, de todos modos.
Hablamos para planificar el arroz con ceps. :-)
Hola amigos !
ResponderEliminarMe alegra leeros y saber que vuestras impalas ya están a punto para Tona.
Ah! también me consta que los ceps estarán listos para el 11 por la noche.
Últimamente estoy bastante inactivo en nuestros respectivos blogs. Lo que empezó como una desconexión autoforzada por vacaciones ha continuado con un repentino y totalmente inesperado cambio de situación laboral que me obliga a dedicar mi tiempo a otros menesteres... en cualquier caso con la moral a tope y con muchas ganas de Montesada, Montmeló, Rallyes y demás excentricidades.
A ver hoy puedo colgar el post de la Montesada...
Un abrazo.
Jaume
Espero que el cambio sea para bien, Jaume. Suenas bien, de todos modos, me imagino que vas con las pilas bien cargadas del verano.
ResponderEliminarDebería darte un toque uno de estos días otro lector del blog que me ha preguntado por la llave de escapes. Sigo encantadísimo con ella ... no sé cómo pude estar hasta ahora sin una en el garaje.
Un abrazo fuerte, y hasta Tona.
Te juro que si llego a leerlo en otro sitio, pienso que es un chiste de Forges: aproximador de cadenas. Buenísimo. Yo intento montar los enganches en el plato, pero incluso así es un problema.
ResponderEliminarAbsoluta mano de santo, Fernando. Yo también he sido de corona, de alicate de punta fina, de pellizcos en los dedos y de juramentos en hebreo clásico.
ResponderEliminarPero ahora es cómodo como no puedes imaginar. Tanto que tiene sitio en el panel de "herramientas que deben quedar a mano". Y eso es un grado.