domingo, noviembre 07, 2010

Preparando el A1

Hace unos días volví a recibir un tirón de orejas de un buen amigo por no actualizar el blog. Y tiene toda la razón del mundo: mis ritmos se han vuelto lentos y se me pasan a veces meses enteros sin hacer nada coherente con la página. No hablo ya de la finalización del libro de despiece comentado de la King, sino de otros muchos proyectos que han ido quedando a medias. Según tecleo, sin ir más lejos, recuerdo que "once upon a time" tuve un índice de temas al cual iba subiendo los links de las entradas de cada una de las categorías ... que también está perfectamente abandonado.

Supongo que en parte es un reflejo de como va marchando la vida en cada momento, y de la disponibilidad -incluso mental- que uno tiene. O del lugar que ocupan los hobbies en el orden de prioridades de cada instante, que también puede ser.

En mi caso, el verano no fue bueno en ningún sentido, y la vuelta ha resultado un pequeño desastre en términos moteros. La Cota 247 de José María está por la labor de poner a prueba nuestra capacidad de resistencia a la frustración hasta donde nunca pude suponer que un motor lo haría. Jamás he dedicado tanto tiempo a una moto con un resultado tan pobre, ni he dado con nada que me coloque tan cercano a mi umbral de incompetencia. Y supongo que para él debe ser aún peor, por la mucha ilusión que tiene en verse rodando encima de su propia "Tambores Grandes". A ver si este puente de Diciembre tengo ocasión de ponerle paciencia y método para salir del atolladero en que estamos. Si lo consigo, va a ser la leche.

De momento, hoy he tenido una pequeña victoria estúpida, pero de las que dejan buen sabor de boca.

Se trata de la Cota 200 que compré en Italia para mi mujer hace años. No sé si lo había comentado en alguna ocasión, pero, fue verla y decirme aquello de "pero qué cosa tan extraña es esto de una Montesa blanca". Y desde entonces, nunca más se interesó por la pobre moto. Comprendo que el asiento doble que le ponían en Italia no la hace bonita, pero por lo demás siempre me pareció una moto interesante.

El caso es que la 200 jamás arrancó bien. Nunca. Desde que aterrizó en la estepa castellana hubo que hartarse de empujar para ponerla en marcha cuando estaba fría. Limpié el carburador, calé el encendido con una exactitud acongojante, le puse bujía nueva pata negra, y ni para su padre. No había manera. Hasta que hoy, vete a saber por qué, se me encendió una lucecita y pensé ... "¿limpiaste el chiclé del starter cuando desmontaste el carburador?" ... y subí la moto al elevador. El resultado del desmontaje (del cual no hice fotos) fue espectacular: estaba tan absolutamente obstruido que he tenido que afilar un alambre de acero inoxidable para poder sacar las incrustaciones que tenía en la parte de abajo.


Y después de poner el carburador en su sitio he necesitado sólo dos patadas para ponerla en marcha ... ¡más de un año después de haberla usado por última vez! Vale; no estaba tan helada como llegan a estar mis motos en mitad de lo más crudo del invierno manchego, pero no había mucho más de 12 grados, que tampoco son tantos. En cualquier caso, me ha hecho sentir que a veces soy capaz de hacer algo congruente con un destornillador en la mano. Que no es poco.

Y la segunda parte del Domingo la he llenado con mi hija mayor. Que anda con el teórico del A1 aprobado desde verano, y tiene que presentarse al práctico.

La pobre no ha podido hacer nada porque murió mi suegro y hemos tenido muchos líos en la familia como para poder dedicar un rato a su carnet. Y ya era hora de que hiciera unos kilómetros. Así que le he sacado la Enduro 250, que era la moto que me parecía más sencilla de manejar para un novato, dado que las posturas de las trialeras son absurdas cuando vas sentado, y la cuestión era practicar con el cambio de marchas y los frenos. Para mi sorpresa, mi hija ha sido perfectamente capaz de desenvolverse con el puño de gas de recorrido corto que lleva la moto, sin la más mínima sensación de peligro. Pese a lo enorme que le quedaba mi chaqueta de trial, se ha pasado hora y media arriba y abajo con la Enduro, y se han hecho amigas.

Estaban predestinadas, supongo. No sabría decir cual de las dos tiene peor genio.

12 comentarios:

  1. Amigo Julián,
    No se si me alegro más de leerte de nuevo o de que volváis-todos- a sonreir después de unos meses tan complicados...en cualquier caso me alegro.
    Ah! y enhorabuena por tu victoria con la cota 200 (preciosa en mi opinión pero aún mejor con asiento sencillo)y por la amistad surgida entre tu hija y la enduro que seguro irá para largo.
    Ánimo y "p'alante" !!!

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  2. Moltes gracies, company. Se siente uno bien acompañado cuando ve a los amigos pasar por estas páginas. Ahora me toca ponerme al día con todos vuestros sitios.

    Pero eso será un placer, seguro.

    Un abrazo!

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  3. me apunto a la felicitación de Jaume, nos tenias preocupados aunque creo que todos entendemos que existen prioridades y que ademas estas son caprichosas y se cuelan cuando uno menos lo espera...
    contento de leerte y comparto esa satisfacción de ver a tu hijo/hija entenderse con una moto tuya...

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  4. Lo de mi suegro ha sido duro, Pep. Era una buenísima persona con la que teníamos un contacto frecuente.

    Me quedaré con las ganas de arreglarle la Lube. :-(

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  5. Que no decaiga el ánimo Julián, en la vida hay momentos de felicidad y momentos duros que cuestan de pasar pero sirven para apreciar la felicidad.

    También estoy contentod e leerte de nuevo!

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  7. Muchas gracias, Impalable. Todo en la vida lleva su tiempo. Ahora se trata de no perder el ánimo y ayudar a quien más lo necesita, que es mi mujer.

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  8. Cota 200: Felicidades por tener la 200 otra vez en forma. Tiene que ser divertida en un trial. Quizá un día hasta te la pida a ver si soy tan malo como con la 330. Yo estoy negociando ahora otra 200 pèro de cuatro tiempos y con válvulas rasgadas. Sería bonito una salida campera con las 200 y hacer una comparativa al estilo Solo Moto de los 70.

    Cota 247: Lo que verdaderamente me fustra es todo el esfuerzo que le ponéis Jesús y, especialmente, tú y no conseguir avances. Además de ejercer de ocupa encima quitando tiempo y "pa ná".

    Enduro 250: No sabía que estaba en orden de marcha. Esa moto me encanta y envidio a Myriam no sabes cuánto.

    Welcome back.

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  9. La Enduro (Nacho y Ramón lo saben bien) es un buen cacharro. Al llevar encendido electrónico arranca bastante bien y da poca guerra.

    La mía la compré porque era barata y no le he hecho más que quitarle unos guardapolvos de horquilla Bultaco, reemplazarlos por unas fundas negras y poco más. Algo le pasa porque no termina de estirar, y no sé si es de carburador sucio o de escape atascado, que creo que es lo que aplica.

    Próximo día que pases por casa le das una vuelta, que para eso está. :-)

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  10. Contento de leer que ya estáis todos más "a puesto"

    Una puntualización: cuidado con los comentarios en los blogs, que los carga el diablo. Cuando menos te lo esperas va una hija y te lee el blog. Aunque, si es a modo de reconvención a terceros, el comentario es genial (por lo del genio) ;-D

    Un abrazo

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  11. Lo leyó, querido, lo leyó. Y gracias a Dios le hizo gracia. Al menos, espíritu deportivo sí tiene. Igual acaba con una Morini algún día.

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  12. Ostias! Eso si que no!!! Menudo trasto JAJAJAJJA

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Como diría Juan Ramón Jiménez, mi troll es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.

Probablemente no tiene huesos y por eso insulta bajo seudónimo. Pero además de cobarde es tan coñazo que he decidido que sólo me moleste a mi. De tal modo que a partir de ahora me quedo con la exclusiva de leer sus bobadas. Disculpadme el resto que os haga pasar por la "moderación" de vuestros comentarios.