Hacía tiempo que no disponía de parte de una tarde y una mañana para encerrarme con una moto. Y como tenía la Cota 304 en el elevador decidí ponerme con ella. Como os comenté en el post anterior, con idea de hacerle poquitas cosas y dejarla lista para ser usada sin más pretensiones.
No pensaba meterme con temas estéticos, pero la zona del basculante tenía bastante óxido, com podéis observar en la foto. Las bieletas y el propio basculante estaban bastante feas de aspecto y, aunque en la Mancha la humedad no es un problema, no quería dejarlas así.
Y como Dios protege a los idiotas, me encontré con que el colorido de todas estas piezas era muy similar al que deja el spray de "Galvanizado en frío" de Titán, que es un invento que me ha resultado siempre la mar de práctico para repasar patas de cabra y piezas de este estilo. Podéis ver el razonable acabado que consigue el spray en a foto siguiente.
Y mientras la pintura se secaba (como veréis luego tampoco tuve toda la paciencia exigible) aproveché para desmontar, limpiar y engrasar el cubo de freno trasero, que tenía muchos años de uso sin atención alguna. Un poco de lana de acero en los ejes y las caras de la leva, y un poco de grasa de cojinetes dejaron las cosas bastante razonables.
Y ya que estábamos con las zapatas al aire, un poco de lima para quitar las zonas cristalizadas y dejar ferodo en buen estado en contacto con el tambor.
Y ahí empezamos con los líos. Porque parte de lo que teníamos que hacer era reconstruir el conjunto de guardacadenas y soportes, que estaba ausente de la moto. Afortunadamente Ramón me había dado uno de los tubos y las dos piezas que forman la "T" que los sujeta al aje de la rueda trasera.
En realidad, el diseño viene de la primera Cota 348, como podéis ver en la imagen del despiece:
... y aunque mucha gente que compite lo retira porque piensa que la moto pierde tacto, a mí me parece un buen modo de mantener la cadena viva y protegida. Y, sobre todo: era parte del aspecto original de la moto, que siempre me ha gustado respetar. Así que nos pusimos a la tarea, y empezaron los primeros problemas.
Porque el tubo que me dio Ramón (y el otro que compré a Eduardo Gómez de Salazar) son tubos completos, procedentes del diseño Cota 348 original, mientras que el de la 304 lleva una abertura en la parte baja (podéis verlo con un círculo en rojo) para que pueda actuar el tensor de cadena que la moto lleva anclado al basculante, cercano a la zona del piñón de salida.
Y como no tenía referencias, tocó presentar el conjunto y retirar con un cúter un trozo de goma para que el patín del tensor cumpliera con su cometido.
Aunque no se vea muy bien desde el otro lado, la cosa quedó razonablemente bien ... aunque la pintura del basculante no tanto, porque no tuve la paciencia de esperar a que estuviera 100% seca. Me consolaré pensando en que se trataba sólo de proteger contra la corrosión.
Pero lo peor del caso no es eso, sino que no caí en que había que montar la pata de cabra antes de poner el conjunto basculante-pata en la moto. Así que el próximo día en la Estepa tocará volver a desmontar parte de la zona para poder instalar la pata de cabra de nuevo. Es lo que tiene trabajar con prisas y con un modelo que no se conoce.
Y llegamos a lo que más lata me dio (y que tendré que volver a recomponer) que fue la horquilla delantera. Podéis ver el despiece en la lámina correspondiente, cortesía del bueno de Nacho Fernández.
El aspecto general, vista en la moto, es muy parecido al de las horquillas de las 330 y similares: tijas estrechas con doble tornillo en cada punto de anclaje de las barras para dar más rigidez, eje delantero roscado, botellas de sección más bien cuadrada, un único retén de doble labio en cada brazo ... lo típico en las suspensiones delanteras de esa época, con la única aparente adición del soporte para el freno de disco en la botella izquierda y un guardapolvos diferente en la parte superior.
Al menos, eso era lo que yo pensaba. Porque al desmontar me encontré con algunas cosas que no encajaban bien con la composición de lugar que me había hecho.
La primera cosa, que es un tema menor, es que el retén único vuelve a tener un anillo elástico de retención. Como en la Cota 330 este anillo no existe, pensaba que en ninguna de las posteriores se había vuelto a emplear. Pero no es así: la 304 vuelve a llevar el bendito anillo.
La segunda, que es algo más complejo, es que la horquilla lleva un par de casquillos de teflón o de nylon, tanto en la parte superior de la botella (justo debajo del retén) como en la parte inferior de las barras. Y en mi moto, ambas barras tenían el casquillo inferior hecho un desastre. Tanto como que costó Dios y ayuda sacar la botella izquierda porque aquello estaba bastante suelto.
Primer error: decidí montar la horquilla sin los casquillos inferiores. Segundo error: no tenía retenes de su medida y opté por ponerle unos clásicos 35-47-7 suplementados con unas arandelas de aluminio que encontré tiempo atrás en una horquilla de Ossa. El resultado fue que la horquilla va bastante peor que antes de arreglarla, y que la botella derecha vuelve a perder aceite.
Así que ahora toca intentar localizar el casquillo (sepa Dios dónde) y buscar un juego de retenes originales ... que no debería ser complicado.
Seguiremos informando.
PS: Fe de "Herrores". La moto NO lleva encendido electrónico, pese a lo que la literatura disponible dice. Es un volante normal y corriente con sus platinos y su condensador. Hay que fastidiarse.